Las lluvias intensas registradas en las últimas horas han causado serias afectaciones en la provincia de Manabí, siendo Portoviejo, su capital, la zona más impactada. Los estragos se han concentrado principalmente en las áreas rurales, donde el desbordamiento de ríos y quebradas ha generado inundaciones y daños materiales.

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En la parroquia Calderón, la creciente del río San Plácido provocó el desbordamiento de sus aguas, afectando la vía principal e ingresando a negocios, lo que ha obstaculizado el paso de vehículos hacia las parroquias San Plácido y Alajuela. Fátima Vera, una de las comerciantes perjudicadas, relató el difícil panorama que enfrentan los habitantes:

“Esto es terrible: las pérdidas son cuantiosas, nuestros negocios se ven afectados y el transporte mucho más”, lamentó.

La situación en Calderón se agrava debido a que, además del desbordamiento de los ríos, las quebradas que descienden de las montañas han aumentado el caos en la zona.

Familias evacuadas

La noche del domingo 24 de febrero, unas 30 familias fueron evacuadas y albergadas en una iglesia evangélica en el sector El Rodeo, luego de que una quebrada desbordada inundara sus viviendas.

El director de Gestión de Riesgos, Roberto Briones, informó que en las parroquias Calderón y Riochico se contabilizan al menos 150 familias afectadas. En esta última zona, el río Riochico creció considerablemente, lo que llevó a las autoridades a declarar alerta naranja. Entre las calles más perjudicadas están Rocafuerte y Juan Montalvo, donde el agua anegó viviendas y comercios.

Las autoridades continúan monitoreando la situación y coordinando acciones para atender a los damnificados y mitigar los daños causados por la emergencia.

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