A sus 47 años, Diego Barrera Villarroel no solo había construido un legado profesional; sembró esperanza en decenas de corazones, tanto humanos como animales, pero su vida se apagó a causa de una tragedia en la ruta Ambato-Pasa, en la provincia de Tungurahua.

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El médico veterinario, activista y animalista, resultó afectado mientras pedaleaba en su bicicleta. Según un informe policial, fue atropellado el jueves 14 de noviembre de 2024. Las lesiones fueron fatales y su cuerpo fue levantado al día siguiente en el Hospital del IESS, de Ambato.

Irónicamente, días antes de su muerte, el médico compartió en sus redes sociales un homenaje a Carla Barona, otra ciclista que murió atropellada al entrar a Riobamba. “Un alma libre truncada por la irresponsabilidad de quienes no respetan la vida en las carreteras”, escribió y once días después él también sufrió un accidente.

Marcela Pineda, una de sus alumnas y colega, lo recuerda como su “sensei”. “Diego no solo enseñaba técnicas, enseñaba humanidad. Nos inculcó a todos los veterinarios que nuestra misión es dar voz a los que no pueden defenderse”, recordó en sus redes sociales.

Su accidente no es un caso aislado

Su muerte ha dejado un impacto  profundo en Ambato. Gonzalo Callejas, concejal de Ambato, lamentó la pérdida del "líder en la lucha contra la sobrepoblación animal y defensor incansable del bienestar de los más necesitados". 

La Fundación Protección Animal Ecuador emitió un comunicado destacando su legado como activista y profesional ejemplar.

La muerte del médico no es un caso aislado. Según cifras compartidas por colectivos de ciclistas, solo en lo que va del mes de noviembre, cinco han perdido la vida, víctimas de conductores en las vías, entre Quito, Riobamba.

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