Cuando el DT Gustavo Alfaro pisó territorio ecuatoriano, algunos le decían el Bolillo argentino, por su manera de hablar con los periodistas, pues sus ruedas de prensa son extensas y en cada pregunta que le hacen se explaya hasta más no poder. Su trayectoria en Argentina va desde haber dirigido el popular Boca Juniors hasta comentar para importantes cadenas de televisión. Ahora tiene a todos los ecuatorianos, en medio de tantas preocupaciones por el asunto pandemia, emocionados porque estamos a muy poco de clasificar al Mundial de Fútbol de este año. Sería el cuarto para Ecuador.

El camino ha sido difícil, y antes de la llegada de Alfaro la situación de la selección era compleja, con un entrenador que entre peleas dirigenciales hacía que la cosa no pintara bien y se veía un futuro incierto. Pero los resultados se empezaron a dar, algunos buenos y otros malos, pero seguimos ahí, en la pelea para llegar a Qatar 2022. Ahora solo nos quedan dos partidos de locales, nada menos que ante Argentina y Brasil. Con un triunfo nos metemos, pero son encuentros difíciles. Y como si fuera poco, si no nos alcanza con los partidos en casa, deberemos ir a Perú y a Paraguay a sacar puntos.

Ahora estamos cómodos en la tabla y clasificados, pero no hay que confiarse. Esperemos que Alfaro saque sus mejores cartas para estas últimas fechas y la Tricolor pueda sumar los puntos necesarios que nos lleven a la Copa del Mundo. El pueblo en estos tiempos jodidos de ‘chirez’ y pandemia necesita una alegría de esas que solo el deporte nos puede dar. ¡Vamos, Tri!