¿Se acabó la pandemia? ¿Se redujeron a cero los fallecimientos y contagios por la COVID-19? Pues parece que muchos ciudadanos, tras la finalización del estado de excepción, viven “la vida loca”, como la canción de Ricky Martin, ya que las ‘chupas’ y aglomeraciones se han alborotado, principalmente en Guayaquil y Quito.

Hace una semana terminó el último confinamiento parcial en 16 de las 24 provincias del país que arrojó resultados alentadores respecto a la baja de hospitalizaciones. Pero parece que se viene un repunte luego del feriado del 24 de Mayo, que dejó como postales balnearios con aglomeración de bañistas irrespetando las medidas de bioseguridad, personas ‘chupando’ en las calles y sin usar mascarilla, como si hubiesen olvidado que seguimos viviendo una emergencia sanitaria.

Y la paralización parcial de los transportistas en Guayaquil, que por coincidencia inició la semana pasada, también sería un factor para sumar las cifras de los infectados, debido al poco cuidado de algunos ciudadanos en su desesperación por retornar a sus hogares.

Parece que fue en vano todos los intentos del gobierno saliente para mermar la pandemia del coronavirus. Una vez más son los propios ecuatorianos que, con su indisciplina, protagonizarán un repunte de contagios que podría terminar con nuevas y más severas medidas restrictivas. Definitivamente no aprendimos nada.