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Opinión
Editorial: Ir más allá de los 'síntomas'
Durán atraviesa actualmente un proceso de desesperanza
Durán atraviesa actualmente un proceso de desesperanza. De la llamativa intervención del Gobierno hace dos semanas en este cantón de la provincia del Guayas, uno de los más violentos del país, solo quedan algunos camiones del Ejército patrullando sectores conflictivos, además de la presencia de agentes de Criminalística que llegan para recoger los cadáveres de víctimas de sicariatos y recolectar evidencias.
La respuesta del Gobierno, en su despliegue inicial, ha demostrado ser insuficiente para enfrentar de manera efectiva las extorsiones y crímenes. El hecho de que las fuerzas de seguridad se concentren en operaciones de corto plazo sin una estrategia de consolidación y seguimiento ha dejado a los habitantes de Durán con una sensación de abandono.
Además, la falta de coordinación entre las distintas entidades gubernamentales y de seguridad se traduce en una intervención que parece más un acto de comunicación política que una solución real y sostenible.
La comunidad necesita no solo una presencia visible de fuerzas del orden para atacar los ‘síntomas’, sino también medidas estructurales que aborden las raíces del ‘cáncer’, como la falta de oportunidades económicas y la exclusión social, que alimentan el ciclo de violencia.