Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Ecuador se enfrenta a un problema serio: la fragmentación del Poder Legislativo. Esto podría hacer que la próxima Asamblea sea aún más polarizada, lo que complicaría la aprobación de leyes necesarias para que el país avance.

Es momento de pensar en acuerdos mínimos entre los políticos, para que, aunque no estemos de acuerdo en todo, al menos podamos trabajar juntos para que el país funcione sin que nadie salga con impunidad.

Mientras otros países de la región siguen avanzando, Ecuador sigue atrapado en discusiones sin fin. Es clave que haya consensos sobre temas fundamentales como mejorar la justicia, enfrentar la inseguridad, controlar las finanzas públicas y recuperar el sistema de salud, especialmente el IESS. No vamos a estar de acuerdo en todo, pero si logramos avanzar en estos puntos, podremos darle al país una oportunidad para un futuro mejor.

Y es que nadie soporta un año más de crisis y ‘pitos’ que lo único que hace es perjudicar al pueblo, que siempre debe aguantar el peso de las resoluciones tomadas con el ‘hígado’ y para llevar la contra a otros.