Al parecer nuestro pueblo es de mente frágil. Hace más una década el notario José Cabrera fue protagonista de una de las historias más tristes de nuestro país. Ciudadanos, políticos, militares y policías le habían confiado sus ahorros a un abogado orense que fungía como funcionario público, pero que en realidad era captador de grandes de sumas de dinero a cambio de altas tasas de interés a corto plazo. Su muerte -en 2005- causó el quiebre de esta estructura piramidal y evidenció la falta de control y supervisión por parte de las autoridades de esa época.
En la actualidad se repite la historia bajo la misma modalidad, pero en otro lugar. El turno le llegó a Quevedo, cuya población ha sido deslumbrada por la aparición de un ‘Mesías’ que ofrece sacar de la pobreza a la gente de Los Ríos. Al igual que el notario Cabrera, pero más avezado y atrevido, nació la figura de Don Naza, que vio la oportunidad de generar ingresos a costillas de los ingenuos ofreciendo ganar altos intereses (90%) en menos de 8 días.
Pero, mientras en redes sociales las historias, fotos y videos de supuestos ‘inversores’ de esta plataforma se viralizan a la velocidad de un rayo, las autoridades van a paso lento. No hay, hasta ahora, un pronunciamiento oficial de los organismos de control de estas actividades. Y lo poco que se ha hecho ha sido tan tibio que muchos ciudadanos ya defienden este ‘negocio’ que es escandalosamente ilícito.