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Opinión
Editorial: Cerrar la brecha casa adentro
Iberoamérica enfrenta crecientes desigualdades y exclusión social, evidenciadas por el aumento de migrantes que huyen de la crisis económica y la violencia
Los países de Iberoamérica llevan años reuniéndose para buscar soluciones a las desigualdades (que cada vez son más grandes) y la exclusión social de sus poblaciones. Sin embargo, poco se ha logrado, ya que las diferencias se acentúan y agravan la situación. Prueba de ello es el aumento de migrantes que buscan llegar a toda costa a Estados Unidos de forma ilegal, huyendo del desempleo, la violencia criminal, la crisis desatada por la pandemia y el abandono de los Estados.
En una de las últimas cumbres entre estas naciones, celebrada en Quito, se hizo énfasis en que las brechas se han exacerbado con la crisis climática y los distintos conflictos internacionales, cuyos impactos económicos se han sentido de manera colateral en la región.
Casa adentro, los avances son mínimos (o casi inexistentes) para acortar estas brechas. Provincias históricamente olvidadas por el Estado, como Esmeraldas, continúan viviendo en medio de carencias. Allí, donde las bandas criminales han tomado el control, los ciudadanos han perdido su presencia en los espacios públicos, hay alta deserción escolar y se carece de centros de salud, entre otras necesidades urgentes. Esta situación se repite en otras provincias igualmente desatendidas. Por lo tanto, es fundamental empezar a atender los problemas de nuestro propio país antes de buscar soluciones en el ámbito internacional.