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Opinión

Editorial: ¡Ya basta!

Es imposible seguir viviendo en Guayaquil. No es un lugar común, es una frase hecha con la sangre de inocentes. En ninguna esquina, acera, portal o espacio público de esta ciudad se respira seguridad. El crimen ha acorralado a los ciudadanos, pero lo peor de todo es que tiene inmovilizado al Gobierno, con un puñal al nivel del cuello.

¡Ya basta! No más familias rotas y niños en la orfandad por disputas criminales. No más ciudadanos caídos por defender valientemente a sus comunidades. No más desidia de las autoridades para proteger al pueblo.

Ya basta también de tanta incapacidad del Gobierno, la Asamblea y el Poder Judicial para transformar las herramientas esenciales que ayuden a combatir el crimen. La seguridad no es una limosna, peor un parche, es un derecho fundamental.