Ante la grave iliquidez presupuestaria que viene afectando al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sobre todo por la política de reducción de los fondos que percibe directamente del Estado, de acuerdo a la política dispuesta por el régimen correísta y que se agudiza más por la grave crisis económica que soporta el país por la paralización de actividades a que nos ha llevado la pandemia del COVID-19, sus directivos han dispuesto aplicar a los afiliados del organismo un aumento progresivo en el pago de sus aportes mensuales. Con este aumento se podrá solventar el pago de las pensiones adicionales conocidas como los décimos tercero y cuarto sueldos que deben percibir los jubilados. 

Tal medida ha causado protestas y rechazo de los afiliados afectados con este cobro, señalando que para cubrir los pagos indicados se debe recurrir al mismo Estado, que ha convertido al IESS en su “caja chica” por muchos años, exigiendo que se vuelva a poner en vigencia la entrega del 40% que le retiró el gobierno anterior. Y, sobre todo, que se cancele lo más pronto la enorme deuda de más de 3 mil millones de dólares, que se viene incrementando con el pasar del tiempo.