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Opinión
Editorial: Migración 2.0
Al igual que a finales de los años 90, cuando ciertas autoridades de nuestro país ocasionaron un caos financiero que dejó en la quiebra a miles de compatriotas que confiaban en el sistema bancario y provocó una estampida migratoria, hoy se repite ese escenario, pero producto de la pandemia, aunque en menor número. Muchos dejan Ecuador en busca del anhelado sueño americano, o cualquier sueño que quite el hambre.
La causa principal de todos los fenómenos migratorios es la económica. Por eso muchas familias ponen sus esperanzas e ilusiones en el suelo ‘gringo’. La falta de apoyo del Estado con políticas claras y agresivas que reactiven el comercio desde los informales, desempleados o gente de un nivel socioeconómico bajo, es aprovechada por los ‘coyoteros’, quienes llevan a nuestros compatriotas por peligrosas rutas culebreras y, una vez cobrado el billete por ese inhumano ‘flete’, los abandonan en la frontera entre México y Estados Unidos. Muchos mueren en el intento y dejan dolor y deudas entre sus familiares.
Con el nuevo requisito de visado por parte del Gobierno mexicano, se espera que baje el numero de estas ‘cruzadas ilegales’, aunque es muy posible que los ‘coyoteros’ ya estén diseñando los nuevos circuitos para zigzaguear a las autoridades de control migratorio.
Estas sumas de dinero que pagan los arriesgados viajeros a los ‘guías turísticos del terror’ bien podrían ser invertidas en algún emprendimiento, pero que cuente con la vigilancia de un organismo público para su correcto manejo. Es necesario generar oportunidades.