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Farándula
Nápoles es más ‘criollo’ que el encebollado
El dominicano es como un ‘ñaño’ mayor para Maykel. Le compartió una bachata que está ‘pegando’ y hasta turistean juntos.
Aunque el dominicano Nápoles se siente más ecuatoriano que el mismísimo encebollado, nunca desprecia un recorrido turístico por el país, sobre todo si su guía es el cantante Maykel.
Cuando llegaron a Manta, en Manabí, por primera vez, Napo quedó fascinado. Ahora, ese es un destino que no puede faltar cuando deja la ‘Yoni’, por unos días, para visitar a su ‘pana’ en Ecuador.
Allí lo miman con arroz marinero y unos ‘traguitos’ que adora. En la capital también lo tratan bien. Es fan del Centro Histórico y hace un par de días compartió en sus redes sociales una foto suya junto a Maykel en la Plaza de San Francisco.
Se conocieron en 2013, durante una teletón. Maykel era ‘peladito’ y cautivó con su talento a Nápoles. En esos días ‘vacilaba’ su cabello con un corte ‘honguito’.
“Siempre supe que llegaría lejos. Lo admiro mucho porque es un gran músico y tiene un carisma único. El tiempo me dio la razón”, precisa Napo.
Maykel lo quiere como a un ‘ñaño’ mayor y, aunque las conversaciones han cambiado bastante desde hace casi 10 años, no duda en pedirle consejos profesionales y, por qué no, personales.
“Cuando vino en diciembre pasado, apenas había llegado, lo llevé a una fiesta. Le dije nos quedamos solo unos veinte minutos... Tuvieron que echarnos”, bromea.
Entre los dos existe mucha química. Además de ser buenos ‘panas’ comparten su gusto por la música. Hoy, la bachata los une.
Bachateando
Actualmente el video, en el que ambos actúan, supera las 360 mil reproducciones en YouTube y les dejó buenas experiencias para contar.
“Actuar me gusta mucho, pero hay momentos en los que me pongo nervioso y trato de no equivocarme tanto”, acota Maykel.
En el corto, él actúa del ‘chullita’, pero al final no se queda con la chica. Napo, quien da vida a un magnate, trata de quitársela, pero el destino les juega una mala pasada a ambos.
Y, aunque el video se ha robado el aplauso de los seguidores, el tema musical en sí ya tiene sus frutos y no solo en Ecuador, hasta en Rumania solicitan la canción para clases de baile.