Ángel Guaraca es de los que saca provecho de las cosas malas que le pasan. Así lo dice el artista que está de gira en los Estados Unidos, donde tras un accidentado show en Massachusetts, en el que “zumbaron los botellazos”, creó su nuevo tema musical titulado precisamente ‘El Botellazo’, con el que está causando sensación en YouTube.

Al mal tiempo...

En conversación telefónica con EXTRA contó que el incidente se produjo hace dos semanas por el pésimo sonido que puso el responsable del espectáculo.

“El evento era a campo abierto y la gente estaba muy molesta. El empresario me dijo que si quería no me presente, pero no se le puede fallar al pueblo que pagó para ver el show”, indica Guaraca.

Cantó media hora y no pudo continuar, fue entonces que se armó el relajo, llegó la policía y se suspendió el programa.

“Soy un ser de mucha fe y al tercer día compuse y grabé ‘El Botellazo’, que me ha sorprendido por la aceptación que tiene, incluso en México y Nicaragua”.

De esos países -agrega- lo han llamado de algunas estaciones de radio para entrevistarlo y pedirle que envíe saludos.

“Nunca imaginé sonar por allá”.

No más abusos

Tras lo sucedido, explica que tomó la batuta y se encargó de supervisar los siguientes conciertos en ese país, los que concluyen a fin de mes. “Ahora todo va bien, gracias a Dios”.

Debido a ese tipo de situaciones explica que desde hace algunos años creó su propia productora en la que también tiene la representación de artistas. “Me cansé del abuso de los empresarios que ofrecen y no cumplen”.

Con 24 años de carrera y varios éxitos musicales, añade que también cuenta con un equipo de abogados conocedores del tema de propiedad intelectual.

“Actualmente me han plagiado el sanjuanito ‘La celosa’ y otras canciones en Perú. Se ha hablado para llegar a un acuerdo, pero no hacen caso y tocó ir por la vía legal”.

Con extensiones

Ángel Guaraca, chimboracense de 47 años, es de los que toma “el toro por los cuernos” y para ejemplo recuerda la vez que por una apuesta tuvo que cortarse su cabellera, algo impensado entre su gente.

“Jugaban las selecciones de fútbol de México y Ecuador, lógicamente aposté a mi país, pero perdió y me tocó cortarme el pelo”.

Explica que al día siguiente tuvo una presentación en Chicago, Estados Unidos, y el público no lo aceptó al no reconocerlo.

“Tuve que volver a Quito y me puse extensiones. Eran como 300 mechas pegadas con keratina que me dolían un mundo, parecía que dormía sobre piedras”, rememora entre risas.

Quiso tirar la toalla

Esta gira comenta que tiene un significado especial para él, ya que marca su regreso a los escenarios, cuando había decidido dejar la música.

“Este virus del COVID me ha agarrado por tres veces, inclusive en julio del año pasado se llevó a mi madrecita, eso me dejó bajoneado y no quería saber nada de volver a cantar”.

Hasta los 42 años, que se casó, recuerda que vivía pegado a su progenitora.

“Mi padre me hizo reaccionar y me dijo que a mi mamá no le hubiera gustado verme así, me hizo levantar y empezar de nuevo” y finaliza indicando pero que el vacío y el dolor que siente no se lo desea a nadie.