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Víctor Mendoza estuvo al borde del suicidio
El exarquero de Barcelona cuenta su historia de depresión y los serios problemas que puede acarrear este tema en un futbolista; esto tras la muerte del uruguayo Santiago García.
La depresión es una enfermedad silenciosa que no discrimina víctimas; no ve edad, estrato social, raza o género. Le puede afectar a cualquiera. Incluso los futbolistas no están alejados de ser presas de este trastorno.
De eso puede hablar Víctor Mendoza, exarquero ecuatoriano, quien en 1999 batalló contra la depresión y que por poco lo lleva al suicidio.
“Yo sé lo que es estar deprimido. Muchos no la conocen, pero es real. Es algo silencioso. Por fuera uno parece que está feliz, tranquilo, pero por dentro uno se siente acabado, que no sirve para nada”, dijo el 'Espartaco', como conocen al exarquero manabaita, en relación al delantero uruguayo Santiago García, quien el sábado pasado se quitó la vida, debido a que padecía de depresión.
Mendoza, recordó cómo fue atravesar este trastorno, la cual se originó a raíz de una lesión, que lo dejó en silla de ruedas durante 18 meses.
“Fue en un partido entre El Nacional y Barcelona, en Quito. En un tiro libre, Pietro Marsetti remató directo, di rebote, intenté agarrar la pelota, pero en eso apareció Kléver Chalá, quien me pegó en la frente. Ese golpe afectó mi columna y los primeros síntomas los sentí después de un par de semanas. El dolor fue incrementando, me operaron y no pude caminar durante 18 meses”.
BUSCÓ UNA PISTOLA
Mendoza afirmó que al verse postrado a la silla de ruedas, el mundo “se me vino encima”. Aseguró que alejarse abruptamente de su carrera deportiva y depender de su familia, durante el tiempo que no pudo caminar, lo llevaron a pensar en el suicidio.
“Un día estaba en la casa viendo un partido de Barcelona. En eso le hacen un gol a José Francisco Cevallos y Carlos Víctor Morales (periodista) hizo un comentario ‘que a mí no me hacían ese gol’. En ese momento se me salieron las lágrimas y fui a buscar un arma que tenía en casa. Por suerte me la habían escondido”.
El 'Espartaco' destacó que la depresión la pudo superar, luego de una segunda operación.
“Me tuve que ir a Estados Unidos. Allá me operaron nuevamente de la columna y afortundamente me recuperé, volví a caminar, pero me prohibieron jugar nuevamente”.
Mendoza indicó que tuvo “la sufiente fuerza mental”, para superar ese cuadro depresivo, pero cree que es importante, que los clubes se interesen más, por conocer el estado de ánimo de los futbolistas.
“Muchos piensan que el jugador de fútbol no llora, no tiene sentimientos. Hay quienes se deprimen por no jugar o por escuchar insultos, cuando están dentro de la cancha. Mi caso fue por una lesión, pero la directiva de ese tiempo de me dejó abandonado. Creo que los clubes deben trabajar más en la parte psicológica con sus jugadores, pues se pueden volver a dar casos como el uruguayo que hace poco se mató”.