Los verdes campos de césped siguen formando parte de la vida del exfutbolista Ulises de la Cruz, solo que ahora en lugar de correr tras el balón lo hace arriando ganado, una pasión que pocos conocían.

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Herencia de su abuelo, Camilo de la Cruz, y de su padre, José Tarquino, el exlateral que brilló en clubes nacionales y extranjeros aprendió las bondades de este oficio, al que ahora se dedica en su finca en Nono, noroccidente de Quito.

“Me dedico a la ganadería, que era un sueño de mi papá y abuelo, quienes me enseñaron todos los secretos que se deben aplicar para criar ganado”, reveló a EXTRA.

El mayor de los De la Cruz en esta historia fue quien le obsequió la primera vaca al exlateral derecho de la Tricolor y de equipos como Deportivo Quito, Aucas, Barcelona y Liga de Quito en el balompié nacional.

La herencia familiar lo enamoró, tanto que antes de arribar a Quito para empezar su carrera como jugador, llegó a tener cuatro vacas lecheras, las cuales le proporcionaron el dinero para que tome sus maletas y con 15 años decida viajar a la capital para dar forma a su gran sueño de ser futbolista.

“Ahora me dedico a criar el ganado en mi finca en Nono y trabajo con el camal de Calacalí”, cuenta Ulises, quien abrió las puertas para los jugadores tricolores en el fútbol británico, al ser parte equipos como el Hibernian de Escocia, y Aston Villa, Reading y Birmingham City de Inglaterra.

Las jornadas en Nono empiezan muy temprano, tipo 05:00, para alimentar a los animales, cuidándolos de los cuatreros y revisando que no sufran enfermedades, para cuando tengan cerca de año o año y medio negociarlos en el camal de Calacalí.

Sin embargo, De la Cruz no se ha alejado del todo del deporte que tantas alegrías le dio. Los fines de semana juega en la Liga Deportiva Parroquial Pomasqui, con el club Corinthians, con el que se consagró campeón y goleador, porque ahora cambió también de posición en la cancha y es delantero.

Tras obtener la victoria ante Atlético Unión de Tumbaco, por la primera fecha del Campeonato Interparroquial de Campeones y Vicecampeones, Ulises mencionó que “juego fútbol barrial por sentirme joven, por ser parte de este maravilloso deporte que me apasiona”.

Preocupado por Liga

Con la potestad que le dan sus casi 20 años de experiencia en el deporte profesional, el campeón de la Copa Sudamericana y la Recopa con Liga de Quito se dio tiempo para hablar del balompié ecuatoriano y su querido conjunto albo.

“El futbolista nacional creció y ahora los salarios son altos. Mantener un plantel de las características de Liga de Quito es muy difícil. Liga es un equipo que luego de haber ganado muchas copas tiene más exigencias”, analizó.

El también exasambleísta puso como ejemplo que el año pasado los universitarios ganaron la Sudamericana y la LigaPro, pero “hoy es como que los hinchas se olvidaron de eso y el nuevo entrenador tiene la presión de trabajar para conseguir resultados enseguida”.

En cuanto a la selección, De la Cruz señaló que ya no es “como en mi época”, pensando en jugar nuestro primer Mundial. “Hoy ha cambiado eso y ahora vendemos jugadores, tenemos un mejor fútbol, visto por todo el mundo”.

Y se animó a opinar que “en la Copa América debemos afianzarnos, competir más seriamente, más sobre resultados concretos, porque además los jugadores utilizan a la selección para mostrarse y seguir abriendo mercados”.

Y es que al buen bailador el compás. Ala par de la ganadería y el fútbol barrial, Ulises maneja una línea social en su comunidad, Piquiucho, parroquia del cantón Bolívar, donde tiene una fundación en la que administra un poco lo que el fútbol le enseñó.

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