El volante Gonzalo Plata y su madrecita Mónica Jiménez. El esfuerzo de ella tiene sus frutos.

Gonzalo Plata es capaz de destrozar las defensas más pintadas con un ágil movimiento de piernas, crear las jugadas más increíbles y convertir golazos en cualquier acción intrascendente. Pero cuando se para al frente de un encocado preparado por su mamá, Mónica Jiménez, pierde por goleada.

Eso solo sucede cuando el campeón de Portugal con el Sporting de Lisboa vuelve a poner los pies sobre Guayaquil, especialmente en su hogar. Y sí que le gustan estas ‘derrotas’ a Platita, porque regresa a sus inicios, a su niñez libre y llena de travesuras.

Como cuando tenía 5 años y se fugó de casa, en el suburbio porteño, para ‘reforzar’ a los equipos de sus amigos. O cuando con la complicidad de sus ‘padrinos’ -los padres de sus ‘panitas’- convencía a su mamá para seguir pateando el balón en torneos en Pascuales, Machala, Portoviejo, Quito, Babahoyo y donde el fútbol lo llevara.

Ya tiene 20 años y en su corta carrera ha coqueteado con la gloria más rápido que otros: campeón sudamericano sub-20, tercero en la Copa del Mundo de Polonia 2019, monarca en la Copa y Liga de Portugal, y el cambio más esperado en la Tri por los ecuatorianos en las eliminatorias para Catar 2022.

Aunque no estará para el duelo del próximo viernes ante Brasil, por acumulación de tarjetas amarillas, Plata trabaja con la selección de Gustavo Alfaro para ponerse la tricolor contra los peruanos y luego afrontar la Copa América (en sede aún por definir).

Lejos de un plato de comida, el volante habló con EXTRA sobre su regreso al barrio, sus triunfos y anhelos.

Pensamos verte con el pelo de color verde como estabas en Portugal...

Fue solo por ese momento (festejo por el título del Sporting en el 1-0 contra Boavista). Tomé una pintura que dura poco tiempo, lo hicieron varios compañeros, pero ya se salió ese color, el que tengo ahora es el original.

¿Qué recuerdas cuando miras los vídeos de las bromas de tus compañeros por el pelo pintado de verde?

Muchas cosas, mi niñez, las situaciones que pasamos, el esfuerzo de mi madre, porque ella siempre ha estado presente en toda mi carrera. Claro que a inicios me tocaba fugarme con mis compañeros para jugar fútbol.

Lo hacías desde los cinco años.

Sí, era un ‘peladito’ que me escapaba de la casa solo por jugar. Mi mamá se molestaba, pero luego siempre estuvo conmigo.

¿Y cuando te pusiste la medalla de campeón?

Recordaba todo, pensaba en mi madre y en todo lo que me pasa como jugador.

En el festejo tomaste el micrófono, dijiste que deseabas jugar y al siguiente partido jugaste (victoria 5-1 y gol ante Marítimo).

Bromeaban en la rueda de prensa y fue cuando también les hice una broma a mis compañeros, pero solo eso, nada más.

¿Qué se siente ser campeón en Europa?

Me pone muy feliz, espero la próxima temporada hacerlo mejor, la idea es aportar más al equipo.

¿No paras de ver tu último gol?

Eso es lo que me pasa, no me canso de verlo. Cuando vine desde Portugal a Ecuador lo vi hasta cuando el teléfono se quedó sin batería. Es lo que me gusta hacer, es lo que siempre he soñado. Eso fue bueno, me hace feliz, gracias a Dios se dio el gol en el último partido.

¿Qué extrañas más de Ecuador?

A mi familia, la comida de mi madre, eso sí que es rico, ¡qué encocado! Ahora que he estado en Guayaquil disfruto de ellos y también de los amigos.

Lamentablemente ante Brasil no podrás estar con la selección.

Hablé con el profesor Gustavo Alfaro cuando se dio el movimiento sobre las fechas de eliminatorias, le pregunté si se podía hacer algo para estar ante Brasil, pero no se pudo. Toca trabajar para ser tomado en cuenta ante Perú.

Y para la Copa América también...

Se vienen cosas buenas con Ecuador, el trabajo que hacemos sirve para estar en un buen nivel; quiero estar al máximo para cuando me necesiten. Quiero mostrar lo que sé hacer. Estoy para dar mucho.

Caras conocidas para ti en esta convocatoria, muchos jugadores del Independiente del Valle con los que has jugado.

Sí, eso es bueno, conozco a la mayoría de los chicos, desde cuando éramos pequeños veníamos jugando en Independiente del Valle. Toca estar con los mejores y que tienen más experiencia.

Copa América siempre es un torneo que ilusiona mucho a los hinchas.

Ecuador está para grandes cosas, hemos demostrado al país que en estas cuatro fechas de eliminatorias no nos achicamos ante grandes equipos. Tenemos que trabajar fuerte para no defraudarlos en la Copa América.

¿Cómo ha sido la comunicación con el profesor Alfaro?

Cuando estuve en Portugal conversamos, me dijo que trate de estar más activo, que busque minutos en Sporting; lo intenté, pero en los últimos partidos no tuve muchos minutos.

¿Tu juego es el mismo que aplicabas cuando eras ‘peladito’ y peloteabas en las calles de tu barrio?

Desde pequeño juego así, tanto en Independiente como en mi barrio con los amigos.

¿Cómo ves a tus compañeros ante Brasil?

El partido es difícil, pero si sacamos un punto sería bueno para seguir bien en las eliminatorias.

¿Qué tal la convivencia con la Tri?

Es muy buena, soy de los más molestosos, me gusta hacer bromas y estar siempre feliz.

¿Qué le dijiste a Michael Deller, dirigente del Independiente, sobre el estadio?

En broma le expresé que faltaba mi foto en el estadio, pero en grande; él solo sonrió. Las instalaciones están lindas.