Charles Vélez vive un momento soñado. El volante guayaquileño envió el centro para que el uruguayo Agustín Ale convierta el gol del Delfín y que sirvió para la histórica clasificación del Cetáceo a los octavos de final de la Libertadores.

Vélez llegó este año al campeón y lleva 16 partidos en LigaPro y tres en Copa. Cuando era ‘peladito’ y vivía en la 26 y Bolivia, frente al televisor, anhelaba jugar contra los grandes del continente. Ahora no solo que ha cumplido su sueño, también inscribió su nombre en la gloria del equipo manabita.

“Uno veía los partidos de la Libertadores y eran lo máximo, los consideré algo inalcanzables, pero Dios quiso que en el 2020 los juegue”, dice Vélez.

El mediocampista comenzó en la Academia Alfaro Moreno, pero lo duro fue cuando le tocó vivir en Ambato, tratando de buscar un espacio en Macará, luego estuvo en algunos equipos de segunda categoría hasta que en 2016 llegó a Técnico Universitario, donde fue uno de los más destacados, además ejecutó 12 goles, la mayoría de tiro libre.

Minuto 81, Delfín estaba con las manos vacías ante Olimpia y tú estabas frente al balón, ¿a dónde quería poner la pelota?

Justo donde cabeceó (Ale), en ese lugar mismo, es que veníamos practicando varias veces la jugada y gracias a Dios salió. Ale hizo el gol y el resto fue una locura.

Fue preciso...

Sí, sabemos que Ale va bien por arriba y debía salir, pero no sabíamos si en este partido o en otro. Lo hermoso es que sucedió jugando de visitantes y eso nos deja en los octavos de final.

¿Pensaron que sería así?

Claro, sabíamos que solo teníamos que ganar para pasar o asegurar un torneo de Conmebol (Sudamericana como tercero) y esperando que gane Santos, se dio como lo teníamos planeado. Tuvimos un mal comienzo del torneo y luego se dio todo.

Y la locura de Ale

Tenemos gente alta y se pudo concretar el gol, luego fue una locura, esperar que termine el partido resultó larguísimo, creo que jugamos más de 100 minutos.

¿Qué inyecta Máximo Banguera en el equipo?

Mucha experiencia, tiene una carrera muy exitosa y eso ayuda en varios factores. Sabe cómo actuar en todo tipo de partidos y sobre todo la confianza que le ha dado al grupo, además es una buena persona.

¿Cómo calificas esta experiencia en la Libertadores?

Una experiencia única, vengo trabajando duro para estos sueños y vamos de menos a más.

Ese centro-gol es historia, porque se lo logró en Asunción.

Sí, la historia de toda una provincia que se merece estas alegrías, Delfín viene siendo protagonista los últimos años y se debe seguir con ese mismo ritmo.

¿Hasta dónde irá Delfín?

Hasta donde Dios nos ponga, este equipo quiere pelear cada partido a morir. Aquí podemos decir partido a partido y a dar el 100 por ciento en los 90 o 100 minutos como fue en Asunción.

Tres entrenadores ha tenido Delfín en 2020, eso también es una cosa de locos.

Sabemos que no veníamos bien y este año con la pandemia hubo muchos cambios, pero el equipo siempre trabaja para bien. Ahora este resultado nos da más confianza para la LigaPro.

¿En qué piensa ahora que está entre los mejores de América?

Es un sueño hecho realidad. Claro que en los inicios costó mucho, el salir de Guayaquil fue durísimo, pero sirvió para disfrutar de momentos como estos.

¿Soñó con este momento?

La verdad no, pero es fruto del esfuerzo de cada día. Cuando sucede esto, uno recuerda lo que le tocó pasar cuando las puertas no se abrían.

¿Qué recuerda de ‘pelado’ cuando veía la Copa por televisión?

Que algún día tenía que estar ahí y ahora solo disfruto de todo esto gracias a Dios.

Ahora juega más adelantado...

Me siento con más confianza, presiono más y me suelto a jugar hacia adelante. Es una mejor ubicación a cuando comencé más retrasado.