Jairo Rousseau aún no puede creer que Lionel Messi no volverá a brillar con el dorsal 10 en el F.C. Barcelona, tal y como lo hizo durante los últimos 21 años. El anuncio de la salida del argentino le cayó como ‘un baldazo de agua fría’, que hasta lo desconcentró de su trabajo.

Rousseau es ecuatoriano e hincha de Liga de Quito, pero se fue a vivir a Madrid, España, en 2017. Sin embargo, su idolatría por la Pulga y los azulgranas la tiene desde ‘pelado’. Ver los partidos de Messi con el Barça era su ‘pan de cada día’, por eso ahora piensa que el club “perdió la alegría”.

Él estaba en su oficina cuando se enteró de la noticia de Lio. En ese momento no pudo seguir ‘camellando’ y se puso a revisar las redes sociales. Incluso, lo hizo mientras se trasladaba a su domicilio. Y cuando llegó a su ‘caleta’ miró el programa ‘El Chiringuito’ hasta las 03:00 (hora de España).

“Todos sabíamos que algún día llegaría este momento, pero no imaginamos que sería ahora. Messi no es solo un futbolista, es un ídolo, una marca que mueve todo en el club. La gente no logra entender lo que pasaba, que hasta fueron al estadio (Camp Nou) para pedir explicaciones”, dijo a Diario EXTRA por medio de una llamada de WhatsApp.

Jairo está triste por la despedida de Messi, pero, sobre todo, se siente ‘engañado’ por el presidente del club catalán, Joan Laporta, quien aseguraba que el argentino renovaría con el equipo por dos temporadas más.

“Los clásicos (contra el Real Madrid) serán como un pastel sin su cereza, es como ir a tu boda y no encontrar a tu novia. Tendrán un ‘mal sabor de boca’ esos partidos, porque un jugador como Messi no hay”, destacó Rousseau.

Allan Cabrera vive en Machala y en 2016 viajó a Barcelona, España, para poder ver jugar a Lionel Messi con el uniforme azulgrana, puesto que era uno de sus sueños. La despedida de Lionel Messi lo tomó de sorpresa.

“Tuve la oportunidad de verlo en acción, una sensación única que no volví a experimentar. Es una pena que se vaya del equipo, porque era el mejor y el que nos llevaba a los títulos. Una fiesta sin el anfitrión no es lo mismo”.

Por su parte, Bryan Cabezas considera que es una tristeza que no le hagan una despedida digna. “Se merecía salir por lo más grande, con una fiesta. Esperemos que el club encuentre un jugador que pueda hacer pasar este mal momento”.