Hay personas que aman sus nombres y otros no tanto, sin embargo, no están dispuestos a cambiárselo. La razón principal es porque fueron sus padres quienes lo escogieron. Cuatro personajes nos cuentan sus historias.

Raynner Alba, fotógrago de Maluma

“El nombre me lo puso mi papá y según supe fue porque un amigo llamó Raynner a su hijo. A mi papá le gustó tanto, que cuando nací me puso el mismo. Jamás he tenido intenciones de cambiármelo. Me gusta como se escucha”.

Ana Azuero, estilista de moda

“Mi mamá me puso el nombre. Nunca le he preguntado la razón, pero creo que fue de apuro, lo más rápido que encontró, y me llamó Ana Mireya. Me gusta solo mi primer nombre, no me lo cambiaría”.

Kevin Amaguaña, creador de contenido

“Sabes que no sé por qué me pusieron Kevin, será porque me iban a poner Jacinto y mi mamá no quería, ya que nunca le gustó ese nombre”.

Irlanda Saltos, locutora

“Mi mamá me cuenta que cuando nací había una baladista llamada Irlanda del Río que se presentaba aquí, a ella le gustó el nombre y me lo puso. La verdad a mí no me gusta, pero ya qué puedo hacer”.