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Buena Vida
La hidratación y sus beneficios
El cuerpo está compuesto por un 75 % de agua, por lo tanto, consumir líquidos es muy importante.
¡Necesitas agua para vivir! Por ello debes beberla todos los días. La nutricionista Narcisa de Lecaro recomienda ingerirla con base en las necesidades del organismo y de las rutinas diarias. Sin embargo, hay un mínimo de consumo de 2 litros de líquido al día.
Si no eres fan del agua, hay otras bebidas y alimentos que te pueden ayudar a mantenerte hidratado, e incluso las bebidas con cafeína pueden aportar a la ingesta diaria del líquido vital. ¡Ojo! Debe ser una cantidad moderada de cafeína -400 miligramos son ideales para la mayoría de personas-.
El agua también la puedes encontrar en frutas y verduras (sandía, coco, tomate, lechuga, naranja, manzana, piña, melón, pepino, etc.). Estos alimentos tienen propiedades diuréticas que favorecen a la eliminación de exceso de líquido del organismo. Adicionalmente, mejoran la salud intestinal gracias a su cantidad de agua, pues hidratan y alivian el estreñimiento. También aportan fibras al organismo que ayudan a disminuir el apetito y estimular los movimientos intestinales.
- Beneficios
- Previene el estreñimiento. Ayuda al buen funcionamiento del intestino.
- Conserva la piel joven. Además, la mantiene suave e hidratada y hace que las arrugas se noten menos.
- Favorece la eliminación de impurezas y toxinas del organismo.
- Te da la energía que necesita el cuerpo.
- Facilita la función del corazón. Si no consumes el agua, lo suficiente, el corazón late más rápido y tiene dificultad para nutrir a todas las células.
- Ayuda al rendimiento intelectual. La deshidratación causa fatiga y si bebes agua te ayuda a permanecer activo por más tiempo.
La experta
“El agua es vida y si no se la consume se deteriora nuestra salud. La deshidratación les afecta más a los niños y a los adultos mayores. El segundo grupo podría perder la conciencia por la baja extrema de sodio, un componente de la sal. Por la falta de líquidos la piel se arruga, se producen calambres, convulsiones y más. Para las personas que no consumen agua porque no les gusta es importante cambiar de actitud y buscar la manera de ingerirla”. Narcisa de Lecaro, doctora en medicina y nutrióloga