Cerca de 80 conciertos con su violín, desde el balcón de su departamento en Toronto, Canadá, fue los que ofreció el músico ecuatoriano Felipe Luzuriaga. El artista encontró en dicha iniciativa una manera de alegrar a las personas en medio del aislamiento social por el coronavirus.

El artista contó a EXTRA que el pasado domingo realizó el último show. Los vecinos de su edificio, así como los de los inmuebles aledaños se dieron cita para escucharlo como cada noche lo hacían.

Sostiene que su motivación para hacer dichas presentaciones fue su esperanza de un futuro mejor y “la convicción de que el amor es la respuesta en tiempos complejos como los que hemos vivido”. 

Luzuriaga mencionó que los conciertos no fueron continuos porque en algunas ocasiones el frío era extremo y no podía asomarse afuera de su casa para tocar con tranquilidad, en otras ocasiones sorteó las dificultades del ambiente como cuando una vez en la calle del barrio Davisville, en donde vive, había mucho ruido por una construcción.

Rememoró que los vecinos intentaron avisar a los constructores que paren las máquinas porque era la hora del concierto, todas las noches en punto de las 19h30 sabían que tenían una cita con él para escuchar las tonadas que interpretaba, entre las que se encuentran canciones clásicas como las de Beethoven o de rock como las de la banda Queen. 

El concierto de despedida

El domingo 28 de junio fue el último concierto que dio, ya que cree que las cosas están retomando su cauce, por eso creyó que era el momento de despedirse de sus vecinos y de aquél balcón que fue testigo de su talento.

“Sentía la necesidad de compartir canciones con la comunidad que me rodea y tratar de hacerles recordar las cosas positivas de la vida a través de las melodías. El viaje ha sido increíble”, mencionó Luzuriaga, quien radica en Canadá porque allá estudió una maestría en la Universidad de Toronto. Ahora iniciará sus estudios de doctorado en dicha ciudad. 

También se ha preparado en esa área en instituciones de Estados Unidos y Ecuador.

Desde pequeño toca el violín y dicho instrumento ha sido su gran compañero. Su familia directa, conformada por su esposa y su hijo lo han apoyado en el mundo de la música. También se sienten orgullosos de ver cómo el artista ha sido reconocido en Canadá como el ‘hombre del violín’, pues hasta el canal CBS realizó un reportaje de sus shows en el balcón.