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Referencial. Las profesionales en psicología aclaran que cada quien lleva su luto a su manera.canva

La primera celebración sin mamá

El Día de la Madre puede convertirse en una fecha dolorosa para las personas que perdieron al ser que les dio la vida. Expertos comparten algunas recomendaciones

Karen, de 27 años, tiene vacíos de lo que sucedió el 16 junio de 2020. Lo poco que encuentra en su memoria es su desesperación al tramitar la cremación de su madre, luego de que pasara dos semanas internada en un clínica de Guayaquil falleciera por la covid-19.

“Ella estaba bien, de repente, de un momento al otro se nos puso mal. Lo que más teníamos miedo, pasó. Falleció”, relata la joven ingeniera civil. Hoy, su mamá, quien murió a los 50 años, pertenece a las más de 13 mil personas que fueron arrebatadas de sus familias por la pandemia.

Este será el primer año para Karen y sus dos hermanos mayores que pasarán el Día de la Madre sin su primer amor, su mamá. En su pena, asegura que no tendría sentido para su familia realizar algún tipo de homenaje si ella no está presente, pero que si se reunirá con su padre y otros seres queridos. La decisión de ellos, según Jasmin Lama, psicóloga clínica, es totalmente válida y va acorde a cómo cada uno vive su duelo.

Sin embargo, aconseja que, en un día conmemorativo “son importantes los rituales y los símbolos”, como encontrarse con familiares para la “elaboración y recolocación emocional de las personas que sufrieron esa pérdida”. Ivanna Peña, psicóloga clínica graduada en la Universidad Católica de Guayaquil, rescata que, la manera en cómo la persona desee llevar el luto es respetable y los demás deben entender.

Al igual que Peña, Lama aconseja que se asuma el dolor de la pérdida, reconocer que este es normal “y darse permiso para sentir y expresar esas emociones”. 

Las especialistas consultadas por EXTRA coinciden en que el vacío que deja el fallecimiento de una madre, jamás podrá ser reemplazado, pero que el duelo con el tiempo se convertirá en la fortaleza para aprender a vivir sin esa persona y mantenerla en los pensamientos sin que evoque una profunda tristeza.

"Permitirse sentir. Saber que el dolor se podrá transformar, en el sentido, que vamos a llorar por su ausencia, pero mientras más hablemos de sus recuerdos, la muerte no significará nada”,Ivanna Peña, psicóloga clínica.

Para Karen como a otras trece mil familias del Ecuador, la celebración será un momento de encuentro para recordar al ser que partió. En estos casos, Peña recomienda aprender a seguirlas amando y sentirlas cerca aunque físicamente ya no estén contigo.   

  • Negación: La persona no acepta lo que está ocurriendo. 
  • Acercamiento: Se empieza a dar inicio a la plena consciencia de la situación y confrontar a la muerte del ser querido.
  • Ira: Se echa la culpa a alguien o hasta a si mismo por la muerte de la persona a la que amó.
  • Negociación: Se logra aterrizar en la emoción y ponerle algo de realidad. Empezar a entender que la muerte no se puede cambiar.
  • Aceptación: Saber que es un proceso irreversible. Se empieza a darle un sentido a la vida y comienza a llevar un luto, el proceso que podemos tratar de vivir sin la presencia de esta persona.