Exclusivo
Actualidad

El cuerpo del velocista Álex Quiñónez fue velado ayer en su domicilio. Familiares y amigos lo despidieron entre lágrimas.Amelia Andrade

Álex Quiñónez no le pudo correr a las 9 balas que entraron en su cuerpo

Estaba radicado en Guayaquil desde hace dos meses. Salió de su casa para comprar salchipapa. El ataque iba dirigido a un cantante urbano. El cuerpo fue llevado a esmeraldas para su sepelio

Ni la velocidad que había convertido a Álex Leonardo Quiñónez Martínez en un atleta olímpico y representante de Ecuador en eventos internacionales le sirvió en el momento en que fue interceptado por cuatro hombres. Pues, por más que intentó correr para esquivar los balazos, nueve de ellos entraron en su cuerpo y causaron su muerte.

Quiñónez, de 32 años y quien representó a Ecuador en los Olímpicos Londres 2012, fue asesinado a las 21:00 del viernes pasado en la manzana 431 de la cooperativa Colinas de la Florida, en el noroeste de Guayaquil.

Al momento del crimen, a menos de un metro de distancia del velocista se encontraba el cantante de música urbana Christopher Jojairo Arcalla Ramírez, de 23 años, quien también fue asesinado.

De acuerdo a la información proporcionada por la Policía a este Diario, a la persona que presuntamente buscaban los criminales, quienes llegaron en un carro Kia Sportage blanco, era Arcalla Ramírez.

Tenía tres hijos, el mayor de 9 años y dos niñas de 6 y 2.

Vianka Castillo, actual pareja del deportista y con quien mantenía una relación sentimental de un año y cuatro meses, mencionó que minutos antes de su asesinato, Álex salió para comprar una salchipapa y una hamburguesa.

“Me dijo que tenía ganas de una hamburguesa y que ya volvía, cuando me dieron la noticia salí corriendo, pero él ya estaba muerto, tirado en el piso. Mi papá estaba junto a él cuando le dispararon y logró correr, pero Álex no pudo”, mencionó llorando la joven.

Sepelio: Durante dos horas los restos del velocista fueron velados en la casa de sus familiares en las calles Sedalana, entre Carchi y Tulcán. Después su cuerpo fue llevado a Esmeraldas, donde será sepultado a las 17:00 de hoy.

Con tristeza recordó las últimas palabras de su amado antes de salir de casa. “Solo me dijo: ‘Mi amor, ya regreso, voy a comprar, espérame ya vengo’, pero no regresó más”.

En cuanto a la relación de amistad que habría existido entre Álex y Christopher, dijo que ellos se conocían porque desde hace dos meses vivían en el mismo del barrio, “pero no era amigo de mi esposo, solo se saludaban de hola y chao”, agregó.

Con esta gigantografía fue cubierto el ataúd. Sus restos fueron llevados a Esmeraldas.Amelia Andrade

Creció en Guayaquil

Roberto Juan Quiñónez, tío del atleta, recordó al menor de los dos hijos de su hermana como un joven soñador, obediente y solidario, y que desde que era pequeño soñaba con ser deportista.

“Nació en Esmeraldas, pero de niño vivió en Guayaquil por muchos años. Un día me dijo ‘tío, ¿me hago atleta o futbolista?’. Recuerdo que un día no tenía para zapatos y entre todos le recogimos”, manifestó el familiar, quien ejerce de sacerdote en una clínica manabita.

Le descargaron nueve tiros

El cuerpo de Álex Quiñónez presenta 17 orificios de proyectil, 9 de entradas y ocho de salida.

Del vehículo en que llegaron los asesinos se bajaron cuatro sujetos, uno de ellos de tez trigueña.

Un informe de la Policía al que tuvo acceso este Diario indica que de acuerdo a versiones de personas que no quisieron identificarse, Álex Quiñónez vivió en Esmeraldas en un sector dominado por la banda criminal Los Tiguerones.