Don Luis tiene 72 años, es oriundo de Manabí y casi cinco décadas ha vivido en Guayaquil, donde nacieron y crecieron sus hijos y sus nietos. Sin embargo, desde hace 15 días, le gustaría salir ‘soplado’ de esta ciudad.

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Delincuentes que afirman pertenecer a la organización criminal Los Tiguerones, a punta de bala han sembrado el terror entre quienes residen y tienen sus negocios en la calle 25, entre la A y la B, en el suroeste porteño.

El manabita y sus familiares son víctimas de los ‘vacunadores’. A las 16:47 de este martes 2 de julio, sujetos en motocicleta pasaron por este sector repartiendo bala en contra de los negocios, porque sus dueños se niegan a pagar las extorsiones.

“Amo esta ciudad porque aquí formé mi hogar, he vivido casi toda mi vida aquí, pero ahora me gustaría coger a mi familia, mis cosas y salir corriendo. Ya no se puede estar tranquilo, la delincuencia es insostenible. Ayer (martes) balearon el local de mi hija (cyber). Afortunadamente no hubo heridos, pero en cualquier momento un disparo nos puede alcanzar. Temo por mis hijos, por mis nietos. Yo ya viví”, expresó con su voz entrecortada el septuagenario.

Otro morador aseguró que los extorsionadores les exigen 5.000 dólares a los dueños de los locales para no atentar en contra de ellos o de sus negocios.

Entre los comercios que son amedrentados están dos cybers, una mueblería, un local de venta de repuestos de motos, una peluquería y una veterinaria.

Las huellas de los atentados se observan en las paredes de los locales. Los ‘vacunadores’ se contactan por teléfono o dejan panfletos.

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