Exclusivo
Actualidad

Así permanecen las calles del norte de Guayaquil, tras la tormenta eléctrica registrada desde la madrugada.Anny bazán

Tormenta en Guayaquil: la Alcaldía dispone la jornada de teletrabajo

La solicitud, que baraja la idea de que se retrase el inicio de la jornada también, surge para evitar riesgos y facilitar los trabajos de emergencia

Ante la fuerte lluvia caída en la ciudad que ha coincidido con los niveles altos de marea, el Municipio de Guayaquil, según informó en un comunicado publicado la mañana de este 23 de marzo, ha declarado en sesión permanente al COE Cantonal para atender las emergencias. Los equipos de rescate de bomberos se encuentran ya en territorio.

"Por ahora solicitamos a la población que se mantenga a buen recaudo y pedimos a la empresa privada que dispongan el teletrabajo o retrasen el inicio de la jornada laboral para permitir que las aguas retrocedan", ha precisado la entidad a través de unos tuits colgados en la cuenta oficial de la Alcaldía.

La alcaldesa Cynthia Viteri, a la vez, informó que han activado el CAMI de Pascuales como albergue para acoger a los ciudadanos afectados por la tormenta.

 Guayaquil, como lo ha venido publicando EXPRESO desde esta madrugada, permanece inundada en prácticamente todos los sectores. En el norte de la ciudad, ciudadelas como Sauces, Samanes, Guayacanes, la Alborada, Los Ceibos están prácticamente bajo el agua. 

En algunos puntos, de hecho, el agua ha ingresado a las viviendas. En Sauces 6, el agua le llega ya a las rodillas a los residentes, que reclaman vivir "por décadas la misma situación". "La tormenta de anoche fue terrorífica, no he visto algo similar antes. Otras veces, en cada invierno, el agua ha ingresado a las viviendas y nos hemos visto afectados. Pero lo que vemos hoy es caótica. La situación es crítica en Sauces y no hay quien nos ayude", señaló Henry Carvajal, residente.

En la Atarazana y la avenida Pedro Menéndez Gilbert el escenario es similar y, tal como pasa en la Francisco de Orellana, se observa a vehículos daños o apostados a un costado de la vereda o sobre ella para evitar que sus autos se detengan. "Estoy desde las cuatro de la mañana esperando que todo baje. No me pienso mover, no hasta que me sienta seguro", indicó Lenín Roldós, habitante de Samanes, que se encuentra en plena Orellana, cerca de la José María Egas.

Aunque el Municipio ha dicho que está atendiendo las emergencias, la ciudadanía cuestiona a la entidad que no se hayan hecho obras de mitigación. "No es posible que todos los años vivamos lo mismo, ¿Guayaquil está acaso sentenciada a vivir bajo el agua? La falta de planificación y obras de mitigación nos tienen como estamos ahora. La lluvia, el aguaje, la marea alta nos generan las mismas secuelas. Esto es absurdo. No me cabe en la cabeza", lamentó Darío Villavicencio, habitante de la ciudadela Kennedy, también afectada.