Policías que rescataron a un ciudadano que estuvo secuestrado 11 horas, en el sur de Guayaquil, se quedaron con una sensación de impotencia. Y es que a pesar de que detuvieron a un sospechoso, este quedó libre.

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El afectado estuvo retenido contra su voluntad desde las 10:00 hasta las 21:00 del jueves 21 de noviembre. Lo tenían raptado en una vivienda ubicada en la ciudadela Floresta 3, en el sur de la urbe. Tenía amarradas las manos y los pies y estaba tapado con plástico.

La víctima se dedica a realizar carreras de taxi a través de una aplicación. Mientras trabajaba, aquel día transportó a tres sujetos que resultaron ser malandrines que se lo llevaron a la fuerza. “Lo metieron a una cisterna y lo mantuvieron dentro desde las 10:00 hasta las 21:00”, explicó el teniente coronel Freddy Ávalos, subjefe policial del distrito sur.

Afortunadamente, el agua de la cisterna no estaba a tope, solo tenía aproximadamente un metro de altura. Por esta razón, aunque con dificultad, el perjudicado logró estar en pie y no ahogarse. Así permaneció hasta finalmente poder ser liberado.

Sospechoso herido, pero libre

Ávalos indicó que un grupo de agentes que se encontraban en patrullaje acudieron a la zona por una alerta reportada sobre disparos en el sector. Al llegar, encontraron en el área a un joven de 18 años, con una herida de bala en la pierna.

Después, notaron que un domicilio cercano al punto donde estaba el herido se encontraba abierto. Luego ingresaron y hallaron al hombre secuestrado.

El individuo que tenía la herida de bala habría participado del secuestro, pues la víctima lo reconoció plenamente. Y quienes lo atacaron a tiros serían pillos rivales.

La desazón de los agentes vino posteriormente, cuando en una unidad judicial la familia del conductor secuestrado se negó a denunciar al sospechoso, provocando que lo dejen libre. 

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Familiares pagaron 1.000 dólares

Como parte de la información que los uniformados lograron recabar del caso, conocieron que hampones exigieron a los parientes de la víctima pagar 4.000 dólares, a cambio de que el ciudadano finalmente sea liberado. De ese valor, los allegados realizaron una transferencia de 1.000 dólares, pero no se llegó a concretar el pago restante.

Adicionalmente, también los uniformados determinaron que el ciudadano estaba por ser trasladado hacia otro inmueble antes de ser encontrado y rescatado.

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