Exclusivo
Actualidad

La desaparición de anticuerpos no supone una pérdida de inmunidad frente al coronavirusCortesía

Comer, moquear y 'cuerpear', las claves para mantenerse lejos del coronavirus

El sistema inmunitario decide si una persona infectada con Covid-19 se tendrá que debatir entre la vida y la muerte o no, si se reinfecta... ¿Qué lo activa? Te lo contamos

La pandemia de la COVID-19 es toda una prueba para las naciones, sistemas sanitarios y para la sociedad. Pero a nivel individual, se puede decir que también es una guerra entre dos ejércitos: una 'tracalada' de bandidos virus, de nombre SARS-CoV-2, y un montón de células y moléculas encargadas de 'darle de baja' a los intrusos: el sistema inmunitario.

Este 'pito' decidirá cuánto durará la pandemia o si una persona infectada se tendrá que debatir entre la vida y la muerte o pasar una enfermedad leve. Lo único seguro es que "el sistema inmunitario acabará ganando", así lo dice Verónica de la Cadena, viróloga, especializada en inmunología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

"Se impondrá en la población y pondrá final a la pandemia, pero lo cierto es que todavía faltan por conocer muchos de sus secretos, como cuánto dura la inmunidad o si los virus del resfriado pueden ser de ayuda", explica la entendida.

Por eso,  la experta indica a EXTRA cuáles son algunas claves que decidirán esta batalla. Según ella, comprenderlo, además, puede ayudar a encontrar los tratamientos y las vacunas que apoyarán al sistema inmunitario.

UNA EXQUICITEZ DE CÉLULAS "ASESINAS"

Aún hay mucho que no se sabe sobre el conflicto entre el SARS-CoV-2 y nuestras defensas porque el sistema inmunitario no es sencillo de decifrar. 

"Es una red muy compleja de células de distintos tipos que están interconectadas entre sí", explica Mateo Varela Muñoz, catedrático de medicina de la Universidad de Guayaquil

El experto dice, por ejemplo, que este sistema está formado por algunas células que atacan a los patógenos y otras que funcionan como directores de orquesta, guiando a sus compañeras. Además, todas ellas liberan una gran variedad de sustancias que interfieren con los agresores, que piden refuerzos o que activan la inflamación.

El sistema es tan sofisticado, que "puede hacer frente a todas las formas posibles de patógenos, incluso si nunca los ha visto", dice de la Cadena.

"En cuanto un agresor se presenta, el sistema inmunitario lanza todas sus armas, por tierra, mar y aire: Primero intervienen las tropas de vanguardia, que están en primera línea de fuego, y después las tropas de élite"Verónica de la Cadena, viróloga / Pontificia Universidad Católica del Ecuador

En síntesis, primero se produce la respuesta inmunitaria innata, que depende de células que reaccionan muy rápido ante cualquier amenaza, como policías en alerta permanente, y con el tiempo se activa la respuesta adaptativa, que depende de especialistas dirigidos a un patógeno concreto, como pueden ser los grupos antiterroristas. 

"Esta respuesta es más implacable pero tarda más en activarse. Por ejemplo, los anticuerpos forman parte de ésta", indica Varela.

- EL ARMAGEDÓN DE LA INMUNIDAD

Según los datos de Salud, en alrededor del 80 % de los infectados de covid-19 no aparecen síntomas o estos son muy 'suaves', en parte porque la respuesta inmunitaria innata, genérica y rápida, es suficiente para contener al virus. Pero a veces no es así: aparecen síntomas y poco a poco entra en juego la respuesta adaptativa, que depende de los especialistas. 

"Quizás lo más interesante es que esta segunda línea de defensa 'aprende' a reconocer al SARS-CoV-2, lo que a su vez permite que las 'tropas de élite' actúen muy rápidamente si hay una segunda infección. Al menos en teoría", expresa la viróloga.

Pero la pregunta más importante que queda por resolver es qué grado de protección queda en las personas que estuvieron en contacto con el virus y por cuánto tiempo. De ello, explica Varela, depende que una persona ya infectada vuelva a ser vulnerable o no al virus o a partir de qué momento ocurrirá

No es la venida del anticristo, sino la caída de los anticuerpos

Esta podría ser la causa de que las segundas infecciones de SARS-CoV-2 parezcan ser más moderadas, aunque todavía hay pocos datos. 

En opinión de de la Cadena, "todavía hay una gran incertidumbre sobre la duración de la inmunidad: los niveles de anticuerpos parecen disminuir, tal como muestran algunos estudios, pero quizás la memoria de los linfocitos sea más larga". Y es ahí donde el resfriado podría tener un papel.

LOS MOCOS, POSIBLES 'SALVADORES'

Los resfriados, gripes, o trancazos son infecciones muy llevaderas porque el sistema inmunitario adaptativo ya ha aprendido previamente a reconocer a los virus que los causan: entre ellos, hay cuatro tipos de coronavirus, que son, por así decirlo, parientes bebés del SARS-CoV-2.

El parecido entre estos coronavirus y el causante del COVID-19 puede o no ser ventajoso. Esta semana, científicos del Instituto de Inmunología de La Jolla, (Estados Unidos) concluyeron que los linfocitos T de memoria que se producen en respuesta a la gripe también reconocen al SARS-CoV-2, en lo que es un ejemplo de "reacción cruzada". 

Las conclusiones se han publicado en la revista Science y son relevantes porque incluyen muchos detalles sobre las zonas específicas del patógeno que son reconocidas por el sistema inmunitario.

"Esto podría sugerir que el resfriado tuviera un cierto papel protector, lo que a su vez podría explicar por qué algunas personas muestran síntomas más moderados -al infectarse de covid-19- mientras que otros se ponen severamente enfermos"Daniela Weiskopf, codirectora del Instituto de Inmunología de La Jolla

¡EL CORONAVIRUS SABE CON QUIEN SE METE!

La enfermedad puede ser mucho más severa para los abuelitos, en gran medida por la presencia de otras enfermedades. Pero aparte de esto, hay muchos casos que todavía no tienen explicación. 

La médico General, Rocío Santillán Camacho, de la fundación Santa Isabel, dice que, por ejemplo, los niños parecen ser especialmente inmunes, Mientras que algunas personas necesitan pasar varios días en cuarentena y hay jóvenes sanos que sufren síntomas muy serios, y aquí es donde nace la pregunta: "¿Por qué ocurre todo esto?".

"Los científicos están rastreando el genoma en busca de variantes de genes que hagan más susceptibles a algunas personas, y hasta se está investigando el papel de los grupos sanguíneos", aclara Santillán.

El mayor marcador genético de susceptibilidad al COVID-19 es el cromosoma Y porque la susceptiblidad es dos veces mayor en hombres.

Entre las causas, puede estar la mayor tendencia que tienen los varones a experimentar respuestas inflamatorias exacerbadas. "Esto favorecería las 'tormentas de citoquinas', en las que el SARS-CoV-2 dispara una respuesta inmune dañina para el cuerpo y que puede ser letal", dice de la Cadena.

LA IMPORTANCIA DE 'RUQUEAR' Y 'JAMEAR'

Acorde al criterio de Santillán, el dormir bien, no estar estresado, tener una dieta variada, realizar un ejercicio moderado y tener relaciones sociales mantienen 'a punto' al sistema inmunitario. 

¿La razón? "Una situación de euforia, como hacer deporte o tener sexo, tiene un papel de inmunoestimulación", comenta, mientras que la ansiedad libera un inmunosupresor natural: el cortisol. 

"Por eso conviene controlar los hábitos y contrarrestar los efectos del confinamiento y la pandemia", finaliza.