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Un extranjero investigado fue extraditado desde Perú.Cortesía

Rumano investigado por crimen de menores en Ambato fue extraditado desde Perú

El extranjero fue detenido en agosto de 2020, ocho meses después del doble crimen, solicitaba el pasaporte cuando lo capturaron

Por Anny Bazán

3 de junio, 2021

Adrián Secuiu, de Rumania (sureste europeo) fue extraditado este jueves 3 de junio desde Lima, capital de Perú hasta territorio ecuatoriano. El extranjero fue detenido, el 26 de agosto de 2020 cuando solicitaba la obtención del pasaporte en la embajada Rumana, en el vecino país. Él habría sido el responsable del asesinato de dos menores de edad, registrado en la parroquia Pinllo, en el cantón Ambato, provincia de Tungurahua, en diciembre de 2019.

El rumano, quien tenía boleta de prisión preventiva, por el delito de asesinato llegó al aeropuerto internacional Mariscal Sucre, en Quito, resguardado por policías.

El general Ramiro Ortega, jefe nacional de la Dirección General de Inteligencia (DGI) informó que la Unidad de Policía Internacional (Interpol) en cooperación con su similar en Perú y la Corte Nacional de Justicia, ejecutaron la Operación Impacto 445, que permitió la extradición del rumano, desde Lima-Perú a territorio ecuatoriano.

El día 12 de diciembre de 2019, en la ciudad de Ambato, personal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased) constató la muerte de dos menores de edad (de 10 y 14 años), según las primeras diligencias investigativas, los padres de las víctimas habían salido de viaje hasta la ciudad de Ibarra para comprar frutas y habían dejado a los menores solos en casa.

Por versiones de los padres, la única persona que sabía del viaje era el hoy detenido, ya que se encontraba trabajando en unos arreglos del domicilio, con este antecedente, agentes de la Dinased recabaron los elementos de convicción a la Fiscalía para la formulación de cargos en contra del extranjero.

Los cadáveres de los dos hermanitos fueron hallados el viernes 13 de diciembre de 2019.

Sus padres, quienes se dedican a la venta de frutas, al retornar a su casa encontraron a sus niños sin vida. Uno de los cuerpos presentaba golpes en el cuerpo y la cabeza y el otro tenía un corte con arma blanca en el cuello.

Los progenitores habían contratado al extranjero para que realice trabajos de albañilería en la vivienda. Sin embargo, el día de ocurrido los crímenes no asistió al trabajo, eso aumentó las sospechas en su contra.

Ya en territorio ecuatoriano el detenido fue puesto a órdenes de las autoridades competentes.