Con los pelos de punta quedaron moradores de la parroquia San Camilo, en la ciudad de Quevedo, provincia de Los Ríos, donde se registraron dos ataques a bala que dejaron un fallecido, así como al jefe político de Mocache y a un expolicía en estado grave.

El primero de los hechos, ocurrido la noche del viernes 17 de septiembre de 2021, se produjo en la parte de atrás de la plaza de mariscos que está junto al puente sur Antonio Andrade Casanello, donde alrededor de las 20:00 zumbó el plomo. Unos sujetos dispararon a Jorge Luis Solís Arboleda, de 31 años, interrumpiendo la tranquilidad de comerciantes y concurrentes.

“Es Morado, el panita de Los Chapulos”, decían algunos transeúntes que se le acercaron al herido. Varios de ellos lo subieron a un vehículo particular y llevaron hasta el hospital de Quevedo, Sagrado Corazón de Jesús, donde los médicos comprobaron su deceso.

Familiares de la víctima, en su desesperación, sin saber qué hacer tomaron el cuerpo y trataron de llevarlo a otra casa de salud. Según el reporte policial, terminaron por trasladarlo hasta su vivienda.

La mañana de este sábado 18 de septiembre de 2021, los familiares llevaron el cadáver a la morgue de Quevedo, sin hablar sobre lo acontecido.

FUNCIONARIO HERIDO

Hora y media después, a las 21:30, en el sector El Pital de la vía a San Carlos, de la misma parroquia quevedeña, dispararon a dos personas. Las víctimas son el jefe político del cantón Mocache y un exagente policial.

Holguer Cortez, jefe de la Policía de Quevedo, indicó que -según las primeras investigaciones- el funcionario de Mocache, Luis Gerardo Peña, habría llegado hasta San Camilo a una reunión y de repente sonaron las detonaciones.

La otra víctima es el expolicía identificado como Jaime Mendoza Silva.

“Se está investigando si el atentado fue dirigido”, expresó el jefe policial. Además, se analiza la versión de que el jefe político estuvo haciendo operativos de cierres de bares en el cantón Mocache y al regresar a Quevedo resultó herido.

Más de 200 militares llegaron este sábado 17 de septiembre al cantón Babahoyo, como parte de la intervención urgente frente al incremento de los delitos en el territorio fluminense. Se activaron varios frentes de los operativos que efectuarán los militares el fin de semana.

Los uniformados estuvieron también en distintos sectores de Quevedo y otros cantones riosenses.

Son 1.200 militares que salieron a las calles para hacer control de armas y municiones, pero si llegaran a detectar el traslado de sustancias estupefacientes o algún otro delito, el procedimiento pasará a la Policía Nacional.

En Babahoyo se han registrado varios asaltos a mano armada y también las ya conocidas amenazas extorsivas.