Elizabeth Benalcázar estará bajo la ‘sombra’ durante 30 días, luego de ser señalada como presunta autora de robos bajo la conocida modalidad ‘dulces sueños’ en Quito. Su historia se reveló cuando un grupo de policías se acercó hasta un vehículo estacionado en las calles Lexo Bruis y Juan Camacaro, en Santa Anita, sur de la ciudad.

Adentro observaron que un hombre estaba aturdido y junto a él, la sospechosa, según el informe de la audiencia en contra de la procesada. El afectado les contó que él se dedica al taxismo mediante una aplicación e hizo una carrera a esa mujer desde la avenida Naciones Unidas, en el norte.

Eran las 02:00 del miércoles 12 de febrero y la pasajera le pidió al conductor que la llevara hasta el parque de La Magdalena, en el sur. Fue ahí que el chofer le dijo que sería peligroso para ella dejarla en ese lugar y el hombre la llevó a su domicilio, donde se tomaron unos tragos.

El taxista, desconfiado, le dijo que tomaran los dos, pero ella bebía poco. Fue en ese momento que el chofer del carro la sacó de la casa para llevarla a La Magdalena. “Comencé a sentirme mal, mareado, no podía ver bien, con náuseas. Al parecer, en la bebida había puesto alguna sustancia”, narró la víctima.

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La implicada tiene un antecedente por esta modalidad

Los agentes escucharon atentos al afectado y llevaron a ambos hasta una Unidad de Policía Comunitaria, donde revisaron a la denunciada y le encontraron una computadora portátil y cuatro celulares cuya tenencia no pudo justificar.

Los agentes se contactaron con los dueños de los teléfonos y todos dijeron que fueron víctimas de esa mujer y que también les dio escopolamina. En ese momento detuvieron a Benalcázar, quien se defendió diciendo que era mentira lo que narraron los afectados y que el taxista incluso la quería violar.

Pero ese argumento no sirvió para librarse de la acusación y la enviaron a prisión. Además, no es la primera vez que la mujer ha sido señalada por este delito.

En mayo del año pasado, un taxista la denunció porque le dio la misma sustancia cuando le hacía una carrera. Asimismo, cuando los agentes la capturaron le encontraron cuatro celulares que fueron robados bajo la modalidad ‘dulces sueños’. Solo que en esa ocasión no se calificó la flagrancia y la implicada fue liberada.

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