Un día después de que el gerente del Hospital de Monte Sinaí de Guayaquil fuera removido de su cargo y que el jefe de la Policía de este distrito indicara que los dos reos que se fugaron el 10 de mayo pasado lo hicieran con la complicidad de un camillero, un bus con casi 20 reclusos llegó hasta dicha casa de salud situada en el noroeste porteño.

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En declaraciones a EXTRA, el teniente coronel Roberto Santamaría informó que los médicos de esta casa asistencial son amedrentados por los reclusos, quienes los amenazaban para que no les dieran el alta y evitar ser devueltos a las cárceles donde guardan prisión.

“Vimos el riesgo que constituye que estas personas estén juntas en una sola ala del hospital. Tenemos activado permanentemente el código plata. El hospital está en un sector altamente crítico y en donde acuden también las personas que son heridas de bala. El tema de los presos es competencia del SNAI”, sostuvo el teniente coronel Santamaría.

Agregó que para precautelar la seguridad de los médicos, la directiva decidió que las altas a los reos ya no serán firmadas por una sola persona, sino por equipo de doctores, cuyos nombres no constarán en el documento.

Aproximadamente a las 10:00 de este miércoles 15 de mayo, un equipo de EXTRA fue testigo de la llegada de los privados de libertad (hombres y mujeres), los cuales eran custodiados por guías penitenciarios.

Este Diario se contactó con personal que labora en el área de comunicación del (MSP) y de Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) para conocer qué acciones se están tomando para precautelar la seguridad de los médicos y del personal que allí labora e incluso de los pacientes, luego de que también se conociera que una colaboradora fue violada por un reo.

“Le puedo informar que se realizó una reunión interinstitucional con varias autoridades donde se establecieron algunos protocolos sobre la problemática. Espero que en el transcurso de la semana se pueda informar sobre estos procedimientos. Esto es lo que puedo informar”, indicó una de las encargadas del área de comunicación del SNAI.

Por parte del Ministerio de Salud Pública, solo hubo la corroboración de la remoción del director del hospital.

Sin embargo, una persona que labora en dicha casa asistencial y quien solicitó la reserva de su nombre indicó que las amenazas y extorsiones al personal médico no son nuevas y que lamentablemente por temor muchos doctores han accedido a dejar que los presos permanezcan una larga temporada hospitalizados. (AEB)

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