El incendio en Cerro Azul, cuyo origen se atribuye a un "hecho fortuito", según el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, ha sido controlado en un 90%, aunque sigue siendo una preocupación, por lo que la zona continúa siendo monitoreada.

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En un comunicado emitido por el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil a las 16:00 del 4 de diciembre, tras realizar un sobrevuelo con un dron en modo infrarrojo sobre el área afectada, se observó que la temperatura en las diferentes zonas del cerro es de 46 grados centígrados. Esta situación ha llevado a la intervención de tres brigadas forestales en esos puntos.

"Las brigadas forestales trabajarán en las zonas medias y bajas, y ya se están coordinando descargas de agua con el helicóptero Aeropolicial en las áreas cercanas a las antenas para crear una zona de contención. Esta mañana (4 de diciembre), el helicóptero Arpía realizó 11 descargas como parte del proceso de liquidación", informó el Cuerpo de Bomberos, presente en el lugar de los hechos.

¿Qué causó el incendio?

Aunque no se ha emitido un comunicado oficial al respecto, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, indicó el 4 de diciembre que el incendio comenzó debido al contacto de un cable con la vegetación seca, lo que generó una chispa. "Este fue un tema fortuito. En la zona de Cerro Azul los vientos son muy fuertes, lo que facilitó la propagación del fuego, y esa es la razón de lo que sucedió", expresó Álvarez sin ofrecer más detalles.

Aproximadamente a las 16:00 horas del 3 de diciembre, las autoridades informaron que ya se habían realizado más de 20 descargas aéreas sobre el incendio localizado en el kilómetro 33 de la vía Perimetral, entre Los Ceibos y la vía a la costa. En ese momento, la emergencia estaba controlada en un 75%, según el Municipio.

Jorge Carrillo Tutiven, secretario de Gestión de Riesgos, explicó que la cima de la montaña seguía siendo la zona más crítica, con varios focos de fuego en riesgo de reactivarse, como ocurre aún hoy. "El 25% restante del incendio está en proceso de liquidación. Los focos de calor activos están siendo identificados por drones y se atacarán desde el aire", explicó Carrillo. Por su parte, Carlos Salazar, jefe técnico forestal y ambiental, resaltó que el intenso sol y las altas temperaturas anticipadas por el Inhami han tenido un papel crucial, dejando a Cerro Azul "deshidratado", lo que favoreció la propagación del fuego.

Afectaciones generadas

Aunque, según lo informado por este Diario el 2 de diciembre, el incendio afectó directamente 36 hectáreas de Cerro Azul, un total de 82 hectáreas en el área de influencia están en riesgo y están siendo monitoreadas.

Hasta la noche del 3 de diciembre y la madrugada del 4 de diciembre, un equipo de 100 bomberos logró controlar la emergencia y evitar su propagación. Además, un tractor y tres tanqueros apoyaron las labores en el terreno para combatir el fuego y abastecer de agua a las unidades de bomberos, mientras que una cuadrilla se encargó de proteger a los animales en la zona afectada.

El fuego comenzó en la zona más alta del cerro, donde el humo pudo sentirse en un radio de 5 kilómetros, afectando áreas como la vía a la costa, Los Ceibos, Mapasingue, Urdesa y la Espol. Debido a esto, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) desconectó de manera preventiva las líneas eléctricas que abastecen a las antenas radiales instaladas en la cima del cerro, lo que interrumpió la señal y transmisión de varios medios de comunicación radiales, así como afectó a las familias cercanas.

Por la mala calidad del aire derivada del humo, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal decidió suspender las clases presenciales en el distrito de Educación Ceibos por 48 horas. Esto afectó a un total de 295 unidades educativas, tanto fiscales como particulares, en el norte y oeste de Guayaquil.

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