Antonio, originario del cantón Pichincha, en la provincia de Manabí, lleva cinco años asentado en Guayaquil. Desde su llegada, ha trabajado en una finca situada en la vía a la costa, en las cercanías de la parroquia Chongón, un lugar que se ha convertido en parte de su vida diaria. Sin embargo, en los últimos días, su rutina se ha visto alterada por macabros descubrimientos.

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La mañana de ayer, mientras recorría la zona a caballo como parte de sus labores cotidianas, Antonio se encontró una vez más con una escena que, aunque aterradora, ya no lo sorprende. Flotando en la represa de Chongón, en el sector de Manga Covacha, observó los cuerpos de dos personas. Uno de ellos estaba mutilado, sin cabeza y sin una pierna.

Este no es un caso aislado. Según el manabita, en menos de una semana ha presenciado el hallazgo de siete restos humanos en diferentes puntos de la represa. En varias ocasiones, ha tenido que llamar al ECU-911 para alertar a las autoridades y que estas retiren los cadáveres del agua.

Ayer en la mañana, un tercer cadáver fue encontrado en circunstancias similares en el sector de Bajo Verde, también en la vía a la costa. Antonio asegura que estos hallazgos no son casualidad, sino la consecuencia de la violencia que azota un sector de Guayaquil.

“Ya nada me sorprende ni me asusta. Estas personas que han aparecido muertas no son de aquí. Son cuerpos que arrojan en el canal de la muerte (en el noroeste de Guayaquil), y terminan desembocando en esta represa. La semana pasada encontraron dos más”, afirmó.

Con estos últimos tres hallazgos, el número total de cuerpos encontrados en la represa de Chongón asciende a siete desde el pasado martes 6 de agosto hasta ayer domingo. Este lugar, que forma parte del distrito Progreso, es una de las 12 jurisdicciones que conforman la Zona 8, un área que abarca Guayaquil, Durán y Samborondón.

“El martes aparecieron dos cuerpos, el miércoles uno, el jueves otro, el sábado otro, y hoy, tres. La mayoría son personas que han sido asesinadas, aunque también se han encontrado ahogados. Este lugar siempre ha sido un desfogue de cadáveres”, expresó con resignación.

Mientras Antonio continuaba su recorrido a caballo por los predios cercanos a la represa, agentes de la Policía del servicio preventivo, junto con la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) y Criminalística, realizaban las pericias correspondientes y retiraban los cadáveres. Incluso buscaban la cabeza que le faltaba a uno de los cuerpos.

Según datos policiales, la tarde del sábado 10 de agosto, en el mismo lugar donde ayer aparecieron los dos cuerpos, se halló un cadáver en estado de descomposición. Hasta el momento, ninguna de las víctimas ha sido identificada

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