La ciudadanía tiene opiniones divididas sobre la puesta en escena de la banda de hip hop capitalina Mugre Sur, en el evento Quito Fest, por las fiestas de fundación de la urbe.

Durante su presentación, simularon un ahorcamiento mientras de fondo sonaba una de sus canciones icónicas, ‘El Tiempo del Miedo’. La ‘víctima’ fue una figura de cartón del presidente Daniel Noboa, similar a la que utilizó durante la campaña electoral.

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Esto ha causado controversia en las redes sociales y en las calles de la capital. Hay quienes apoyan a la banda quiteña, como la artista escénica María Medina, quien considera que el arte, por esencia, es político y contestatario.

Ella asegura que la presentación de los capitalinos fue una crítica ante la situación que vive el país. “Hay que analizar profundamente nuestros contextos políticos y sociales”.

Por otra parte, el estudiante universitario Josué Erazo señala que Mugre Sur utilizó la libre expresión que permite la música para enviar un mensaje de violencia. Erazo reconoce que escucha a la banda y enfatiza que hubo mejores formas para expresar su crítica. “Esa forma de teatralizar no me gustó”.

¿Por qué llegó la polémica a esferas políticas?

La ‘performance’ de los raperos se volvió tan viral que llegó a las esferas políticas, a tal punto que algunos concejales de Quito, como Wilson Merino, ‘pidió la cabeza’ del secretario de Cultura. “Alcalde (Pabel Muñoz), pida la renuncia a Jorge Cisneros como Secretario de Cultura. Siempre se debe estar a la altura del cargo que se ostenta”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).

Por su parte, el edil Michael Aulestia solicitó que el secretario comparezca ante el Concejo Metropolitano, este 9 de diciembre. Ocho concejales se sumaron a la petición.

Por si fuera poco, la asambleísta del oficialismo, Inés Alarcón, envío un oficio a la presidenta del Legislativo, Viviana Veloz para solicitar que en la sesión prevista para el jueves 12 de diciembre se debata y apruebe una resolución sobre la polémica presentación.

Estas acciones, según el docente universitario y estratega de comunicación, Andrés Jaramillo, es un oportunismo electoral del que varios políticos quieren aprovecharse, para tratar de brillar y ejercer una oposición política.

El experto añade que el tema no se lo está llevando al debate cultural, que es desde donde se lo debería plantear.

Según Jaramillo, el arte, para ser considerado como tal, debe tener un componente del contrapoder; caso contrario, se resume en “una expresión estética, para adornar una sala”.

¿Qué opinan desde el aspecto musical?

El secretario de Cultura del Municipio de Quito, Jorge Cisneros, precisa que el festival del Quito Fest ha sido un espacio en el que se han generado matices de dinámicas y posiciones políticas. Añade que luego de Mugre Sur se presentó Rocola Bacalao, quienes criticaron a otro gobierno “y no pasó a mayores”.

Muchas agrupaciones que se presentaron en este concierto, que duró tres días, comentaron al respecto durante sus presentaciones. El vocalista de Curare, por ejemplo, agradeció a la organización del evento y enfatizó que la “gente necesita arte para estar sana de la cabeza. Eso es todo lo que necesita entender el Gobierno”.

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