La audiencia de calificación de flagrancia en contra de cuatro policías que pretendían ingresar objetos al Centro de Privación de Libertad Cotopaxi, en Latacunga, se llevó a cabo una vez que se conoció de su aprehensión este 15 de enero.

Los agentes fueron detenidos en diferentes circunstancias, según los informes en los que constan las aprehensiones. En un primer momento fue detenido un agente, a las 23:33 de este 14 de enero, cuando policías y militares acudieron hasta el denominado rastrillo (lugar de reserva de armas) de la cárcel.

En el punto, los investigadores supieron que un uniformado, con el rango de policía, había llegado al sitio para sacar un colchón, lo ubicó cerca de la puerta de ingreso del rastrillo con dirección a la terraza. Los gendarmes revisaron y encontraron dos maletas.

En una de estas los peritos localizaron cinco teléfonos celulares con sus respectivos cargadores y chips listos para usarse. En la otra maleta, se halló un paquete de marihuana que tenía la forma de un bloque.

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Un sargento que estaba dentro del grupo investigador fue a buscar al agente que dejó las maletas y lo detuvieron. Lo mismo se hizo con el uniformado que sacó el colchón y quien custodiaba el rastrillo.

Sin embargo, tras la audiencia de calificación de flagrancia se determinó que había inconsistencias, tanto en la elaboración del parte policial así como en las versiones rendidas por lo que el caso quedó en investigación previa y se liberó a los tres policías.

Ingreso de droga a la cárcel Cotopaxi

Quince minutos antes de esta aprehensión, otro policía fue detenido en circunstancias similares dentro de la cárcel de Cotopaxi. Según el extracto policial, durante la formación de los uniformados se presentaron novedades por lo que se dispuso que se hiciera vigilancias en la zona.

Fue así que un oficial ordenó que se verificara una maleta que estaba en uno de los pasillos. Ante ello, un policía le dijo al investigador: “Dejé ahí no más mi sub, que solo hay cobijas”, lo cual levantó más sospechas.

Cuando el uniformado revisó el interior se dio cuenta que había cuatro paquetes: dos de estos eran de marihuana y los otros de cocaína. Fue por ello que lo detuvieron inmediatamente y se llevó a cabo la audiencia.

En la diligencia se determinó que los agentes hallaron un kilo de marihuana y 195 gramos de cocaína. Eso fue motivo suficiente para que el juez que conoció la causa le dictara prisión preventiva al gendarme cuyo rango es cabo.

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