Cuando los habitantes de Lago Agrio, en Sucumbíos, empezaban a superar la matanza de ocho personas hace poco más de una semana, una nueva ‘cacería’ criminal acabó con esa aparente calma. Otros cinco hombres fueron asesinados en los barrios Estrella del Oriente y Esmeraldas Libre, el domingo, a pocas horas del anuncio del presidente Guillermo Lasso de incrementar la seguridad fronteriza del país.

Con esta reciente masacre surgió el supuesto motivo por el que la ciudad no ha tenido –ni tendrá– paz. Los habitantes de los sectores afectados contaron a EXTRA que los asesinos cargan una lista con los 38 nombres y fotografías de los ‘fichados’.

De ser cierto lo que se comenta, en ocho días los criminales ya han dado de ‘baja’ a 13 víctimas. Todo ello sin contar los demás casos que se registraron a lo largo de este mes. Eso quiere decir que las muertes van de largo.

Jornada de sangre

Juan tiene una tienda en el barrio Esmeraldas Libre, en el sur de Lago Agrio. Como la mayoría de pobladores, también oyó de esa presunta lista y por la que probablemente los sicarios visitaron ese sector a las 21:45 del 23 de enero.

“Estaba acostado cuando solamente se escucharon dos disparos. Al salir a ver había un joven muerto”, relató este comerciante aún nervioso. Ese fue el primer caso de la jornada de sangre de este fin de semana.

La víctima, quien no pudo ser identificada, quedó con su cráneo completamente destrozado debido a los balazos.

Los moradores llamaron a la Policía para que llevaran aquel cuerpo al Centro Forense. Hasta el mediodía de ayer no fue reconocido por algún pariente.

Los ejecutaron

Cerca de las 22:00, los mismos tipos que mataron al morador desconocido se dirigieron hasta la calle Jambelí, del barrio Estrella del Oriente. Se presume que los hombres se movilizaron en una motocicleta y se dirigieron hasta un grupo de amigos que estaba libando en una esquina.

Los tipos, que se presume cargaban fusiles de calibre 5,56, se acercaron violentamente a las víctimas y dispararon a ‘lo loco’. A dos los fulminaron cerca de unas silletas de plástico, al tiempo, una pareja de amigos huía de ese lugar.

Sin embargo, correr no les sirvió de nada porque los asesinos fueron tras ellos y los acribillaron. Luego de eso, huyeron.

Cuando los agentes de la Dirección de Delitos contra la Vida (Dinased) y Criminalística fueron al sitio les sorprendió la forma de los crímenes: las cinco víctimas fueron baleadas en sus cabezas como si se tratara de una ejecución.

Justos por pecadores

En esta segunda escena, los fallecidos sí pudieron ser identificados (ver infografía). Los habitantes que salieron a ver lo que había sucedido explicaron que los baleados no eran de ese sector, pero tendrían amistades y parientes a los que fueron a visitar el domingo.

Una vez terminadas las pericias iniciales, los cuerpos también fueron llevados a la morgue, donde sus seres queridos hicieron los trámites para sacarlos. Mientras que en el sitio de la masacre las huellas violentas aún eran evidentes.

En la calle estaba una silla plástica con manchas de sangre. A un costado, en cambio, había una gorra perforada por uno de los proyectiles, evidencias que causaban pavor en las personas que caminaban por ahí.

Una de ellas dijo a este Diario que había oído algo más. No solo la supuesta lista de víctimas circula en Lago Agrio, sino también un panfleto.

En el escrito se ratificaría la presunta ‘limpieza social’ que está invadiendo a la ciudad y la provincia. Allí se lee que los sicarios irían tras los delincuentes, vendedores de droga, violadores y otros más que están dañando a los ciudadanos.

Pero si llegan a ver a gente que está en la calle pasadas las 22:00 les darán plomo. Y no les importará si son personas inocentes, señala ese panfleto.

Los daños colaterales

Las autoridades o policías no han dado detalles de lo que pudo causar ese reciente hecho o sobre la existencia de esa supuesta lista de la muerte.

“Eso es lo que deberían decir y aclarar para tranquilidad de la ciudadanía”, opinó Hernán Macas, miembro de la Cámara de Comercio de la provincia, quien dijo que el embate criminal no solo causa temor en la gente, sino que tiene un efecto igual de devastador en la reactivación económica.

“Ya nadie quiere venir a invertir. En el caso de los ciudadanos, no salen a altas horas de la noche por miedo a que los maten”, enfatizó Macas.

Pero esa área no es la única afectada. Según Cristian Saavedra, director de Turismo de la Prefectura, “la disminución de visitas a nuestra provincia se verá seriamente afectada por estos problemas”.

Eso se evidenciará, por lo menos, al fin de mes, luego de hacer un balance del ausentismo de turistas que no llegarán a Lago Agrio por miedo a ser víctimas colaterales de la denominada lista de la muerte

Sucumbíos registra un aumento del 1000 por ciento en asesinatos

Sucumbíos se ha convertido en la tercera jurisdicción más violenta del país, por número de casos, pero es la primera tomando en cuenta el porcentaje de incremento de muertes violentas, pues entre el 1 de enero y el amanecer de ayer se contabilizaban 22 asesinatos en esta provincia, según datos oficiales.

En 2021, durante el mismo lapso, se habían cometido 2 crímenes. Es por eso que al existir 20 eventos más que en el año anterior se refleja un aumento del 1.000 % en este tipo de hechos criminales.

A nivel nacional, la situación es menos alarmante, con un 164 % de incremento, porque en la comparación entre este año y el anterior, a la fecha, Ecuador pasó de 92 a 243 casos. Esta última cifra es prácticamente el doble de muertes que, en todo enero de 2021, se suscitaron, pues ese mes cerró con 243 homicidios.

En números enteros, la Zona 8, conformada por Guayaquil, Samborondón y Durán, en Guayas, es la jurisdicción con más asesinatos: 80, que son 56 más en comparación con el año pasado. Eso muestra un incremento del 233 %. De ahí le sigue la provincia de Los Ríos con 32 casos, que son 29 más que el año anterior.

Disminución

De las 28 jurisdicciones que la Policía Nacional clasifica para las estadísticas, 9 no registran muertes violentas en lo que va del año y otras 3, en cambio, reflejan un decremento. Estas son: Bolívar, que pasó de 1 a 0 casos, el Distrito Metropolitano de Quito, de 8 a 7, y Pichincha (sin su capital) también de 1 a 0 asesinatos.