Una persona anónima con un gran poder adquisitivo saldó una deuda fiscal millonaria con la Hacienda de Álava (España), entregando 87 obras de arte valoradas en 4,6 millones de dólares.

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La valiosa colección incluye cuadros de Ignacio Díaz de Olano y el ‘Tríptico de la Guerra’ de Aurelio Arteta, además de unos 200 grabados del reconocido pintor español Francisco de Goya, quien falleció hace casi 200 años.

Las autoridades fiscales, amparadas por la ley de protección de datos, no han revelado la identidad del contribuyente. Sin embargo, se presume que posee una fortuna significativa, ya que la deuda fiscal en el impuesto de Patrimonio superaba los 4 millones de euros.

El pago en especies es un mecanismo legal aceptado por las haciendas públicas en España para cancelar deudas tributarias. El contribuyente anónimo entregó las 87 obras de arte a la Diputación alavesa como dación en pago, es decir, las entregó a cambio de cancelar su deuda fiscal. La Diputación aceptó la oferta y ahora las obras forman parte de su patrimonio cultural.

Según el medio español El País, la mayoría de las piezas artísticas ya están expuestas al público en el Museo de Bellas Artes de Vitoria, donde los visitantes pueden apreciar la riqueza cultural de esta valiosa colección.

No obstante, existen algunas pinturas que “están a la espera de su restauración o de incorporarse a exposiciones en otoño”, de acuerdo con la responsable de Cultura de Álava, Ana del Val.

Las obras de arte pertenecían originalmente a la Fundación Juan Celaya, una entidad creada por el empresario vasco Juan Celaya, fallecido en 2016. En 2018, la Fundación firmó un convenio con la Diputación alavesa para ceder temporalmente 45 obras al museo. Otras 42 obras también formaban parte de la colección de la Fundación.

La operación ha generado diversas preguntas, como la identidad del contribuyente, la forma en que las obras de arte llegaron a sus manos y el futuro de la colección. Las autoridades vascas están investigando el caso y esperan aclarar todas las incógnitas en los próximos meses. 

Además, otra de las interrogantes es que surge y que, al momento se está investigando, es ¿cómo una persona física salva un compromiso fiscal mediante la entrega de unas obras de arte supuestamente pertenecientes a una fundación privada?

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