Rondando el vecindario con una linterna en una mano y un palo en la otra, un vecino de la manzana 15A-2 de la ciudadela Los Esteros, en el sur de Guayaquil, cuida su barrio de los choros.

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En este sector están indignados porque invirtieron tiempo y dinero para reparar y reacondicionar un Puesto de Auxilio Inmediato (PAI) de la Policía Nacional, el cual fue utilizado por un tiempo, pero desde hace más de un año los agentes dejaron de usarlo y ahora luce abandonado y deteriorado.

“Hemos solicitado en dos ocasiones que lo vuelvan a ocupar. Vinieron miembros de la Policía... ¿sabe lo que nos dijeron? Que si queremos que vuelvan a ocuparlo (el PAI), debemos ponerle vidrios blindados. ¿Sabe lo que cuesta un blindaje?”, reclamó José Gaviria, un septuagenario habitante de este sector.

El adulto mayor explicó que, debido a la ausencia de los uniformados en la zona, esta se ha convertido en una “pasarela” de delincuentes, que se roban toda pieza metálica o artículo de valor que encuentran dentro de las casas, y de ladrones que asaltan a los transeúntes con pistolas o cuchillos.

“Aquí al frente hay un colegio, y hasta de día asaltan a las chicas porque no hay nadie. Cuando había policías, eso no ocurría. El PAI tenía su oficina, aire acondicionado, espacio para una litera, ducha, sanitario y un mesón para comer”, detalló Gaviria.

A UPC descuidado hasta le roban electricidad

“Esa UPC (Unidad de Policía Comunitaria) está de adorno. A veces vienen a formar, luego se van y no aparecen más. La gente llega a denunciar que le han robado o alguna otra novedad y la encuentra vacía”, contó un comerciante en la ciudadela Bellavista, en el noroeste de la urbe, donde otra unidad policial prácticamente nunca es utilizada, a pesar de que está “en papel”.

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Dicha UPC cuenta con dos pisos, climatización, equipos de computación, dormitorios, parqueadero y conexión a internet, pero aun así no se usa durante la mayor parte del día.

Un equipo de EXTRA visitó el sector por algunas noches consecutivas y comprobó que no había policías presentes para auxiliar a los ciudadanos. Lo que sí observó fue que, durante la ausencia de los uniformados, un negocio ambulante se estaba ‘puenteando’ (conectar dos puntos eléctricos) al medidor de la UPC para robar energía.

El abandono se repite al norte de Guayaquil

En otras unidades policiales del norte de la urbe, el panorama es similar. En la UPC de la avenida Víctor Hugo Sicouret (ciudadela Kennedy Norte), las puertas permanecen cerradas, sin policías en su interior.

Asimismo, en la Unidad de Policía Comunitaria de Sauces 6, en la calle Jorge Icaza Coronel, no se observaron policías en su interior, aunque una motocicleta civil estaba parqueada en el lugar y el aire acondicionado encendido. “Así pasa (con la UPC), solo la usan para dormir, no para cuidar la zona”, indicó una vecina, quien prefirió no identificarse.

Este diario solicitó a la Policía Nacional información sobre los motivos del desgaste y abandono de las UPC y PAI en Guayaquil, pero hasta el cierre de esta edición no recibió respuesta.

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