Hasta que se lo ‘bajaron’. Un hombre murió baleado la noche de este miércoles 2 de octubre en el sector conocido como “zona Jessi”, ubicado al pie del estero Salado, en la Isla Trinitaria, al sur de la ciudad de Guayaquil.

El hombre habría sido el objetivo que buscaba un grupo de asesinos que realizó una incursión armada a este sector el pasado viernes 27 de septiembre, la cual resultó en la muerte colateral de una menor de edad, familiar del baleado de este miércoles.

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Según el relato del teniente coronel Édison Molina, jefe del distrito Portete, al cual pertenece este territorio, fueron dos sujetos en motocicleta los que llegaron directamente a dispararle al fallecido, que recibió varios impactos de bala en la cabeza y cuerpo.

Molina dijo que se cree que la motivación de la serie de asesinatos sería una lucha de territorios para el expendio de drogas. “Estamos al pie del estero, aquí el tema de la venta y consumo de drogas es crudo, los jóvenes desde los 16 años ya están sumidos en este problema; además, son familias enteras las que están metidas en el negocio ilícito, es una situación compleja”, aseguró.

Detalló que son dos bandas, que dominan cada una un lado del tercer puente de la Trinitaria, las que están en conflicto por este motivo y que lo que les lleva a persistir en los atentados es lo atractivas que resultan las rutas fluviales para traficar y almacenar las drogas

“Hace pocos días justamente encontramos unas viviendas a donde encontramos gran cantidad de marihuana que llegaba desde el Estero (salado)”, explicó Molina, que añadió que aunque se patrulla la zona, como son familias enteras las que participan de los ilícitos, es difícil lograr capturas en flagrancia, pues las bandas tienen ‘campaneros’ que avisan con antelación a los criminales de la llegada de los uniformados.

Tras la muerte del hombre, sus familiares optaron por empacar lo que más pudieron de sus pertenencias y salir de su vivienda, pues habrían recibido más amenazas y por eso la Policía les recomendó que se pusieran a buen recaudo, en un lugar seguro, alejado de esta zona.

Al momento de la llegada del vehículo de Medicina Legal para retirar el cadáver del lugar, los familiares del occiso estallaron en llanto y se acercaron al cuerpo para despedirse del mismo. Se ensañan con la gente buena estos infelices”, decía una de sus parientes, mientras que otro ciudadano, que se movilizaba en una silla de ruedas, gritaba una y otra vez “¡No, es tu cumpleaños, ‘ñañito’!”.

Esta misma familia perdió a otro de sus miembros el pasado viernes 27 de septiembre. En ese incidente, una menor de 16 años de edad llamada Noemí se encontraba sentada en la orilla del estero Salado (en los exteriores de su vivienda) junto con dos de sus primos, grabando videos en TikTok para entretenerse durante el corte de luz, cuando el asesino llegó buscando a uno de los familiares de la menor, pero que esta al intentar defenderlo, resultó herida de muerte.

Una allegada de la menor relató que había sido otro menor de edad el que perpetró el crimen, pues este muchacho había tenido una riña hace dos años con el hombre asesinado este miércoles 2 de octubre. “Parece que a pesar del tiempo no se había olvidado de ese problema”, expresó.

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