Franklin Fandiño, exmiembro de las Fuerzas Armadas, junto con otras once personas, organizaron un campamento ufológico en el cantón Vilcabamba, en la provincia de Loja, donde lograron avistar un ovni. Incluso, llegaron a interactuar con una de las naves mediante un juego de luces.

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El evento empezó el sábado 31 de agosto, aproximadamente a las 17:00, cuando el grupo arribó hasta las faldas del cerro Mandango, ubicado a 40 kilómetros de la ciudad de Loja. En este lugar, levantaron el campamento y se quedaron despiertos hasta las 06:00 del domingo 1 de septiembre.

Luego de armar sus carpas, a eso de las 19:00, iniciaron con la práctica de contacto CE5 (encuentros cercanos del quinto tipo), que consiste en establecer una comunicación pacífica de manera voluntaria con seres extraterrestres, basada en la meditación.

“Apenas terminamos de hacer la meditación, que fue de una media hora, y todos abrimos los ojos, empezamos a avistar varias luces que se movían en todas las direcciones en el cielo. Incluso, unos llegaban a gran velocidad y se iban así mismo, se perdían entre las nubes”, contó Fandiño.

Esta escena emocionó tanto al grupo, que hasta gritaban, agregó el exmilitar. Pero su sensación cambió repentinamente, porque se sorprendieron al ver que uno de los objetos voladores respondió cuando lo apuntaron con un láser, que puede alcanzar los 3 kilómetros.

“Esa luz parecía un flash, porque empezó a subir y bajar la intensidad cuando lo apuntamos con el láser, incluso aumentaba y disminuía su tamaño (...). Esta nave empezó a responder a nuestra interacción. Y luego de unos minutos, alrededor de esta, aparecieron otras más, pero se quedaron estáticas”, acotó.

Fandiño, quien es originario de Guayaquil, aseguró que las naves saludaron y mencionaron que se encontraban en el lugar para acompañarlos, a través de código morse, sistema de representación de letras y números mediante señales emitidas de forma intermitente.

“Yo logré entender que decían: ‘hola’, ‘aquí estamos’, ‘venimos para acompañarlos’. Esta nave se prendía y apagaba para responder con código morse, me quedé sorprendido al ver que conocían este tipo de comunicación. Con el puntero láser le hicimos juego de luces y obtuvimos estas respuestas interesantes”, señaló.

El encuentro duró unos 10 minutos, dijo Fandiño, y los objetos voladores desaparecieron en medio de la oscuridad de la noche, porque dejaron de emitir la luz que los hacía visibles.

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