Exclusivo
Actualidad

Militar en servicio pasivo acudió a campamento ufolófico en las Lagunas de Mojanda, en Otavalo, en busca de respuestasKarina Defas

El Rincón del Misterio: Nave cigarrillo voló en la frontera entre Ecuador y Colombia

Esta y otras experiencias fueron compartidas por los asistentes al principal sitio de avistamientos de ovnis de Ecuador, el ‘Triángulo del Norte’. Comerciantes aprovechan el turismo ufológico

Carlos, militar en servicio pasivo, tuvo en 1989 la que considera la experiencia más increíble de su vida y la que hace que se cuestione sobre la existencia de seres de otros planetas. Ocurrió en 1989. Él y tres compañeros de guardia vieron una supuesta nave levitar en el cielo mientras patrullaban la zona fronteriza entre Ecuador y Colombia, en Esmeraldas.

Aproximadamente 15 moradores del lugar, entre niños y adultos, se atravesaron en su recorrido y les pidieron ayuda. Corrían en todas direcciones y señalaban con sus manos al cielo. “Bájense, miren lo que hay arriba”, gritaban. Cuando salieron del vehículo, levantaron la mirada y vieron un objeto volador no identificado.

Según su descripción, este tenía la forma de un cigarrillo, era de color plateado, emitía luces blancas y tenía el tamaño de un avión (llegan hasta los 70,66 metros de longitud). Esos son los detalles que logró ver de la nave durante los aproximadamente 30 minutos que levitó.

“No fuimos los únicos que la vimos, en el lugar había otras personas, quienes nos avisaron. La nave solo se quedó suspendida en el mismo sitio y no hizo nada. Era de día y reflejaba todos los rayos que le caían, como si se tratara de un espejo. Es más, como brillaba, no podía verla seguido”, recordó Carlos.

En ese momento, el exmilitar se quedó admirando el objeto hasta que desapareció a gran velocidad. “Simplemente se quedó suspendido en el espacio. Luego se movió hacia un lado y se perdió entre las nubes. Nosotros no pudimos hacer nada ni seguirlo, porque estábamos en nuestras actividades y se le perdió el rastro al instante”.

Las personas se mantuvieron calientes con una fogata.Karina Defas

Esta fue la experiencia que hizo dudar a Carlos sobre la existencia de ovnis y lo llevó a buscar respuestas, luego de 33 años, en el campamento ufológico que realizó UFOcamping Ecuador, desde las 12:00 del sábado 27 hasta las 13:00 del domingo 28 de agosto, en las lagunas de Mojanda, ubicadas a 100 kilómetros de Otavalo, en la provincia de Imbabura.

Estos lagos, junto con los volcanes Imbabura y Cotacachi, conforman el denominado ‘Triángulo del Norte’, donde se ha reportado un alto tránsito de naves alienígenas, según UFOcamping Ecuador, grupo que se especializa en recorrer sitios que tengan registros de posibles ovnis. El lugar es considerado el número 1 en avistamientos en nuestro país.

Forrado de pies a cabeza con ropa térmica y una frazada, debido a que el clima osciló entre los 8 y -2 grados centígrados, Carlos contó su experiencia a las otras 28 personas que acudieron a este encuentro en busca de un avistamiento extraterrestre. Sentados alrededor de una fogata, se quedaron en silencio y asombrados escucharon atentamente.

A pesar del intenso frío que hacía tiritar a algunos, no se movieron para no perderse los detalles del relato.

“Muchas veces no entendemos lo que sucede en la naturaleza. No entendemos su lenguaje, pero aquí estamos tratando de descifrarla. Y luego de este campamento puedo decir que no somos los únicos, que existen seres en otros planetas”, comentó.

QUERÍA DISIPAR DUDAS

Nathaly Jael Lozano, estudiante de economía y astronomía, en junio pasado tuvo su primera experiencia ovni. Cuando regresaba en bus desde Tulcán a Ibarra, donde reside, cerca de la parroquia Juncal, ubicada en la provincia de Carchi, pudo observar que una luz en el cielo empezaba a caer.

Se quedó viéndola fijamente hasta que esta se perdió entre las montañas, pero enseguida volvió con otra más. Ambas empezaron a emitir destellos blancos y realizaban movimientos en todas direcciones, como si estuvieran jugando. Las esferas subían, bajaban e iban de un lado a otro, durante casi dos minutos.

Los turistas llegan a las lagunas de Mojanda, en Otavalo, en busca de un avistamiento ovni.Karina Defas

“Estaba viendo por la ventana y me pareció raro que una luz empezara a caer. Era de noche y se la veía. Luego apareció con otra esfera más y se movieron de manera rara. Me llamó la atención porque las estrellas y las constelaciones tienen una coordenada fija, no cambian su dirección nunca. Y eso lo sé porque estudio astronomía. No hay duda de que eran naves”, sostuvo.

Esta experiencia fue la que la empujó a realizar el campamento ufológico. Ella quería cerciorarse de que los extraterrestres existen y lo pudo comprobar, puesto que durante las 25 horas de la acampada aparecieron 15 naves espaciales, según el análisis del ufólogo de UFOcamping Neptalí Mena, quien también estuvo en el lugar e hizo vigilia.

“Después de esta nueva experiencia en el campamento, donde vi varias esferas, me queda claro que no estamos solos y que entre nosotros están seres de otro planeta. Casi ni pude dormir porque no me quería perder el avistamiento”, manifestó.

LOS LLEVA A LUGARES RECÓNDITOS

El transportista Diego Erazo, de 27 años, nunca ha presenciado un ovni y no cree que existan seres de otros planetas. Sin embargo, apoya el turismo ufológico y ofrece el servicio de su transporte público a los grupos de personas que van a lugares recónditos, como las lagunas de Mojanda, en busca de extraterrestres.

El transportista Diego Erazo lleva a grupos de personas a lugares donde puedan tener avistamientos de ovnis.Karina Defas

“Ya han sido varias veces que he llevado grupos de personas a avistamientos de ovnis. Con mi bus he llevado grupos a lugares a los que no llega ni la señal (de Internet), donde si me quedo botado no tengo cómo pedir ayuda (entre risas). Nunca he tenido la oportunidad de ver un ovni, pero veo que muchas personas vienen en busca de ellos”, destacó.

Además, recalcó que el turismo ufológico está en alza. “Otavalo tiene muchos lugares turísticos, pero durante los últimos cinco años vienen más personas a buscar extraterrestres. Y me parece magnífico porque genera ‘cachuelos’, un ingreso económico más. Esto se debe aprovechar y explotar para generar que vengan más personas”.

Finalmente, manifestó que quisiera vivir la experiencia de un campamento ufológico. “Cada vez que voy a recoger a los grupos escucho lo que han vivido y me parecen historias de películas. Que se les aparecen naves, que se les acercan, que bailan en el cielo. Por eso se me ha metido la curiosidad de pasar esta experiencia”, dijo con emoción.

ALIMENTA A LOS CURIOSOS QUE BUSCAN OVNIS

Diana Chinchico vende mollejas de pollo, cuero de chancho y bebidas refrescantes a las personas que llegan a las lagunas de Mojanda, en Otavalo, en busca de tener un encuentro con extraterrestres. En ese lugar lleva 10 años trabajando.

Diana Chinchico asegura que la afluencia de turistas extranjeros es cada vez mayor.Karina Defas

“Yo no he visto ningún extraterrestre, no le voy a mentir. Yo solo me quedo durante el día. Pero en las mañanas, cuando ya salen las personas que se quedan a acampar, escucho que han visto platillos voladores”, contó.

La vendedora manifestó que la afluencia de turistas cada vez es mayor, sobre todo de extranjeros, con quienes se comunica por medio de señas.

“Los extranjeros vienen más que los locales y vienen a ver extraterrestres. Ellos son curiosos y se acercan a ver lo que vendo. Para hacerme entender con ellos, yo lo hago por medio de señas”, indicó entre risas.

Incluso, los extranjeros le toman fotos y una de esas apareció en un comercial de turismo en Ecuador que se transmitió en Bélgica.

“Mi hermano Guillermo vive en ese país. Él me llamó y me dijo que una foto mía apareció en un comercial allá. Lo vio cuando estaba en un bus. Los turistas se van encantados por todo lo que vienen a conocer”, dijo.

EL TURISMO UFOLÓGICO TOMA FUERZA

El especialista en ufología Neptalí Mena explicó que, así como sucede en el sector de las lagunas de Mojanda, ubicadas en Otavalo, provincia de Imbabura, el turismo ufológico está tomando fuerza y los comerciantes le están sacando provecho.

“Cada vez que visitamos algún lugar hemos visto que las personas han puesto negocios de comida y transporte para los curiosos que buscan avistamientos de ovnis. El turismo ufológico da la oportunidad de explorar unos campos y ayuda económicamente”, expresó.

Un grupo de 29 personas realizó un campamento ufológico durante 25 horas.Karina Defas

Además, Mena indicó que en el sector de las lagunas de Mojanda hay constante actividad de naves extraterrestres porque en el lugar están abiertas sus puertas dimensionales, por las cuales llegan al planeta Tierra.

“Con los estudios realizados y según todos los registros de personas, como grupo hemos certificado que esta parte de Imbabura alberga la mayor parte de avistamientos de platillos voladores. La gran condensación energética que hay en el lugar permite abrir puertas dimensionales para llegar a nuestro planeta”, detalló Mena tras el campamento ufológico.