Las autoridades en las Islas Galápagos anunciaron este martes 18 de junio la preparación de planes para enfrentar una severa sequía que está afectando la producción agrícola en este archipiélago, situado a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales del país sudamericano.

Edwin Altamiano, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos y líder del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) en la región, ha mantenido reuniones con autoridades locales para analizar la situación y encontrar soluciones. La época seca ha impactado principalmente a la población que habita en un 3 % del archipiélago, cuya superficie está casi en su totalidad protegida por el Parque Nacional Galápagos (PGN), encargado de preservar su rica biodiversidad.

En las Galápagos residen más de 28,500 personas, distribuidas en sitios específicos de las islas Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela y Floreana, cuatro de las trece islas mayores del archipiélago, que además cuenta con más de 200 islotes, rocas e islas menores.

El COE informó que en la isla de San Cristóbal, la más oriental del archipiélago y sede de la capital de la provincia insular de Galápagos, Puerto Baquerizo Moreno, el gobierno municipal mantiene un programa de dotación gratuita de agua dulce a la población. Asimismo, en Isabela, la isla más grande del archipiélago, el Consejo de Gobierno de Galápagos coordina la entrega gratuita de agua dulce.

Martín Espinoza, director distrital del Ministerio de Agricultura y Ganadería, afirmó que la sequía ha afectado un 70 % de los pastizales en las áreas designadas del archipiélago, reduciendo la productividad de cultivos como café, banano, piña y otros frutales destinados al consumo interno.

El COE ha solicitado al Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) un informe sobre el déficit hídrico en la provincia de Galápagos y está evaluando la posibilidad de declarar una situación de emergencia. Además, la Agencia de Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos trabaja en la identificación de sitios de ensilado (almacenamiento de forraje) en el continente, así como en protocolos de transporte, almacenaje y seguridad sanitaria para mitigar los efectos de la falta de lluvias en las islas.

La sequía en las Galápagos presenta un desafío significativo para las autoridades, que buscan equilibrar la preservación de la biodiversidad con las necesidades de la población local y la producción agrícola esencial para su sustento.

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