En un operativo policial realizado en un night club del norte de Quito, agentes encontraron varias armas de fuego en diferentes áreas del establecimiento y detuvieron a cinco sospechosos: dos ecuatorianos, dos colombianos y un venezolano.

Sin embargo, en la audiencia de flagrancia, la Fiscalía decidió no formular cargos, argumentando falta de claridad en el parte policial y la ausencia de elementos suficientes para sostener una acusación. Como resultado, los aprehendidos fueron liberados sin restricciones, dejando el caso en investigación previa.

El operativo que llevó a las detenciones

Según el parte policial del caso, al llegar al lugar los agentes encontraron a dos hombres, ambos de nacionalidad colombiana, cerrando apresuradamente la puerta de ingreso. Ante esta acción sospechosa, los uniformados habrían logrado ingresar con rapidez al centro nocturno.

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En una primera inspección, dentro del primer cuarto del local habrían hallado dos armas de fuego tipo pistola traumática. En ese mismo sitio habría estado un venezolano, quien desempeñaba funciones de guardia de seguridad.

Inspección en otras áreas

Tras el hallazgo de los primeros indicios, los agentes avanzaron hasta la puerta principal, donde estaba un ecuatoriano que se presentó como el administrador del negocio. De acuerdo con su versión a los uniformados, él desconocía la presencia de armamento en el lugar.

Al continuar con el registro en el segundo piso, específicamente en la habitación número 6, los investigadores encontraron otra pistola. Finalmente, al regresar a la planta baja, en la zona de la barra habrían localizado una caja con municiones. Allí se hallaba otro ciudadano ecuatoriano. Estas evidencias se suman a otras que habrían sido descubiertas en el establecimiento (ver infografía).

¿Tenían antecedentes penales los sospechosos?

En los registros de la Función Judicial, los sospechosos no tienen procesos penales en contra. Tampoco tienen antecedentes penales en los documentos que constan en el expediente.

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Continuarían diligencias

Pese a información preliminar que exponía la supuesta utilización de este centro nocturno como centro de operaciones de un grupo de delincuencia organizada (GDO), en los documentos oficiales del caso no constan esos detalles. Sin embargo, investigadores de Inteligencia continuarían con las indagaciones para establecer el origen del armamento incautado y verificar si son reales las sospechas que tenían sobre el uso de este local, o si fue información errada.

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