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Continúa el dolor en los habitantes del cantón.patricia oleas

Deslave en Alausí: Autoridades determinaron 72 horas de búsqueda manual

Continúa el dolor en los habitantes del cantón

No sirvieron plantones, protestas, marchas y tomas de la carretera para que se tomaran medidas en Alausí. La montaña se les vino abajo en una desgracia avisada desde diciembre cuando aparecieron enormes grietas. La noche del domingo 27 de marzo, se cumplió su más terrible pesadilla cuando toneladas de tierra arrasaron con más de 50 viviendas sepultando a familias enteras.

Los llantos, lamentos, gritos y condolencias no devolverán a la vida a los fallecidos que se registran hasta el momento y de los cuales solo 6 fueron identificados. Se estimaba, sin embargo, hasta las dos de la tarde del lunes que los muertos sobrepasaban los veinte.

Las tareas de búsqueda continúan. Luego de terminada la reunión del Coe convocado por el gobernador Iván Vinueza, se determinó 72 horas para que la búsqueda continúe solo con fuerza humana y luego de este tiempo se autorizará la entrada de maquinaria.

“Lastimosamente no recibimos oídos a tiempo, desde meses atrás pedíamos ayuda, los estudios recién fueron entregados los primeros días de marzo", indicó Eduardo Llerena, habitante del cantón.

En eso coincide Carlos Vallejo Zurita: "Como alauseño, estoy bastante preocupado. Las autoridades cantonales hicieron un llamado a las autoridades provinciales y nacionales, que hicieron caso omiso, para ahora estar en esta tragedia tan grande. Perdimos grandes amigos y coterráneos", manifiesta y se le quiebra la voz al recordar a sus amigos que todavía -dice- están enterrados. "Los amigos de la familia Yánez son siete. Mi gran amigo Vidal Ruiz, y su familia; Washo Molina con su familia, mamá y suegro. Muchos han perdido la vida".

Aunque las autoridades no brindan cifras él hace cálculos por referencia de las personas que conocía.

Las calles de Alausí están llenas de personas que sacan sus pocas pertenencias y salen en lo que pueden, en el único camino de ingreso a la cabecera provincial, el tránsito está demorado, la vía es angosta y los vehículos deben ceder el paso.

Maria Coro era lavandera y vivía en el barrio el Calvario, cercano a donde se dio la tragedia. "Nos dicen que evaluemos. No tengo a nadie aquí. Mi hija vive en Chunchi. Me voy para allá, para precautelar la vida de mis hijas. Viendo lo que pasó ayer", expresa muy acongojada; en el sitio se queda su casa y sus animales de pastoreo. Era lo que poseía.

En la iglesia del cantón se encuentra la familia Zuña, su casa también quedó atrapada entre los escombros. "Anoche salimos y mi abuelita no quería, ya se quedó, pero algo me hizo regresar para convencerle, cuando caminábamos por las rieles hacia el refugio se oyó el derrumbe", relata la joven que ya no puede continuar, pues llora, su cuerpo tiembla y no puede mantenerse en pie por lo que paramédicos la retiran del sitio.

Las historias se repiten, al momento todas las autoridades tratan de llegar al sitio, como el presidente de la República, pero el clima y la espesa neblina hacen imposible su arribo.

Muchos temen que el cantón quede en el olvido. "Ya no tenemos carretera, la vía es pésima, no pueden ingresar productos, peor sacar, la gente se va, qué va a pasar , esto es tragedia nacional", señala Manuel Palacios.

Otra de las preocupaciones es el agua potable, comienza a escasear y se necesita manguera de cuatro pulgadas. En diferentes puntos de Riobamba, Alausí, Chunchi, Quito y Guayaquil se han aperturado puntos de donación de vituallas para los damnificados que superan los 500.

ACTUALIZACIÓN

Según la Secretaría de Gestión de Riesgo, la cifra de fallecidos es de siete, no como se había dicho en horas de la mañana, la cual daba por entendido que 16 personas habían muerto en el deslave de Aluasí.