Exclusivo
Actualidad

Desde este puente, presuntamente, se lanzó Junior Maximiliano Márquez Gaona.Robert Siguenza

A la cuarta logró suicidarse

Se lanzó contra unas piedras del río Jubones, en El Guabo. El hombre estaba desaparecido de sus familiares y supuestamente consumía drogas.

La pobreza, soledad y la falta de un empleo habrían llevado a Junior Maximiliano Márquez Gaona, de 28 años, al consumo de drogas y, posteriormente, a la muerte.

Tomó la fatal decisión después de tres intentos fallidos y en este cuarto no hubo nada que lo detuviera, explicó un conocido.

Hace cuarenta y seis días se había reportado su desaparición desde La Playita, un sector perteneciente a la parroquia La Iberia, cantón El Guabo, provincia de El Oro, y activaron su búsqueda por redes sociales.

En aquellos lúgubres días “fue a parar a la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas”, dijo Herman Díaz, quien conocía a la víctima y recordó que “hace años vivía en la indigencia junto a sus parientes debajo de un puente. Luego le donaron una casita de caña. Siempre lo vi con malas compañías, pero no le hacía daño a nadie, pasaba consumiendo”, relató.

Tras su regreso de tierras tsáchilas, Márquez, de aproximadamente 1.65 metros de estatura, deambulaba frecuentemente por el viejo puente Víctor Manuel Serrano. Solía fumarse un cigarrillo, pegarse una ‘grifa’, contar las monedas que le obsequiaban y detener su mirada en el Jubones, un río bravo donde escribió su trágico final.

Más allá de las 15:00 del martes 6 de julio, como de costumbre, los buses y carros de carga pesada circulaban por el puente agrietado entre los cantones Machala-El Guabo. A pocos metros se ofrecía cangrejos y a los costados de la vía, la tradicional fritada.

Pero, en minutos, vino el espanto. Un sujeto se había lanzado del puente, era Márquez Gaona, lo reconocieron por el tatuaje con la inscripción del Che Guevara en el pecho.

Su cuerpo cayó en medio de grandes y pesadas rocas, las cuales fueron colocadas en mayo como parte de los trabajos de estabilización del puente, para contener los pilotes.

Como nunca, el río estaba seco y al acudir en su rescate los bomberos solo pudieron confirmar el deceso. Con ayuda de algunas personas lograron recuperar el cadáver, envolverlo en una sábana y sacarlo en una camilla.

Lo depositaron en el balde de una patrulla policial. En tanto, los vecinos estaban espantados con lo acontecido.