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¡A este Covid todos lo aman en las instalaciones del Ecu-911!
En febrero de 2020 empezó a visitar el edificio en Quito, hasta que decidieron adoptarlo. Su cargo es el de 'Director de Amor Perruno'
Pese a que tiene 54 hectáreas para corretear, Covid, un perro mestizo de cuatro años, prefiere caminar entre los equipos del sistemas de vigilancia del ECU- 911 y por las piernas de los funcionarios que a diario reciben llamadas de emergencia, en Quito.
Llegó a la institución, ubicada en el parque Itchimbía, en febrero. “Acompañaba a la gente que salía al parque. Interactuaba con los funcionarios”, dice Óscar Gabela, coordinador zonal de la institución.
Tenía un compañero, otro perrito mestizo, que luego de un par de semanas dejó de aparecer por el lugar. Gabela tiene la esperanza de que solo encontró una manada y se fue con ella. “Ojalá no haya sido atropellado”, agrega.
En marzo –cuando empezó la emergencia sanitaria– el estrés aumentó en los trabajadores. Esto hizo que se acercaran más a la mascota y que le tomaran confianza. De a poco lo fueron surtiendo de cosas: cobijas para que no pase frío y la comida nunca le faltaba.
ADOPCIÓN
Al principio no tenía nombre. Le decían negro, negrito, perrito, oso, perrito... Responde a casi todos ellos. Pero finalmente fue bautizado como Covid. Incluso su casa, que casi no usa, tiene pintadas todas las letras del virus. “Hemos recibido críticas por el nombre, al relacionarlo con algo malo”, dice Gabela.
Pero en realidad para los casi 300 ‘dueños’ del can es un recordatorio de la pandemia y lo que representa. Una forma de ser conscientes del momento por el que atraviesa el mundo y, sobre todo, tener en cuenta que están en la primera línea de las emergencias, según el coordinador del ECU-911.
Covid está esterilizado y vacunado. Ha tenido visitas periódicas al veterinario. “Cuando empezó la emergencia no podíamos llevarlo a ningún lado, cuando hubo menos restricciones lo primero que hicimos es hacerlo revisar”, dice.
El veterinario diagnosticó que estaba sano y que no tenía ni pulgas. A partir de allí le colocaron un collar azul con su nombre y un gafete que lo acredita como ‘Director de Amor Perruno’. “Le pusimos ese cargo porque los directores vigilan el trabajo de sus equipos. Él hace eso”, comenta Gabela entre risas.
Covid tiene vía libre para circular por las oficinas y cubículos. Cuando lo prefiere se acomoda a los pies de algún funcionario y se pega una ‘ruquita’. También toma caminatas de al menos 40 minutos por el parque. Y cuando tiene hambre o sed, vuelve.
“Va como Pedro por su casa. Es un alma libre”, dice Gabela. De hecho, dentro del edificio tiene al menos cuatro cobijas en diferentes sitios.
Es el mimado de todos. Y aunque no existe un sistema de alimentación u organización en esa responsabilidad, nunca le falta comida. Sus platos están llenos y tampoco le falta una que otra golosina.
AYUDA A LOS HUMANOS
Covid no ha sido el único beneficiado de la adopción, sino también los funcionarios de ECU-911, pues cuando hacen pausas activas juegan con él y el ánimo sube.
“A veces solo es necesario acariciarlo para calmarse un poco”, menciona Gabela.
Cuando alguien decide caminar un poco, la mascota lo acompaña.
Según la Organización Mundial de la Salud, hay evidencia científica de que los perros y gatos mejoran y enriquecen la vida y la salud de las personas.
“Los acompañan, protegen sus casas... Pueden ser de un gran apoyo psicológico para las familias, al reducir niveles de estrés y tendencias suicidas”, explica en un comunicado.
Covid sabe que no puede corretear por las oficinas. Se mueve con sigilo y aplomo. Pero no obedece cuando le dicen a dónde debe ir –ni siquiera para una foto–, solo se pasea por donde mejor le parece.