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Corrientazo fatal para un padre y su hija en el norte de Guayaquil
La muerte de la chica, quien era estudiante de enfermería y de su padre, presidente de una cooperativa de transporte del Puerto Principal.
La última vez que Susana Andrade vio con vida a la menor de sus hijas, Andrea Gabriela Cruz Andrade, fue a través de una videollamada. En ella la joven, de 18 años, le contaba que estaba preparando el almuerzo y que su padre, Fernando Cruz Ríos, realizaba arreglos en el patio.
Seis horas después, Susana recibió otra llamada, esta vez era un pariente, para comunicarle que había ocurrido una desgracia y que su hija y su excónyuge habían fallecido víctimas de una descarga eléctrica.
La muerte de la chica, quien era estudiante de enfermería y de su padre, presidente de una cooperativa de transporte de Guayaquil, ocurrió en el patio de su vivienda en una urbanización ubicada en el kilómetro 15 de la vía Daule.
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Llorando, Susana recordó que el anhelo de su princesa, como solía llamarla de cariño a Andrea, era terminar sus estudios de enfermería y poder ejercer su profesión.
“La llamé a las 13:00 y estuvimos conversando un largo rato. Me dijo ‘mami, estoy cocinando, ya mismo me pongo a hacer mis cosas’ fue la última vez que la escuché”, manifestó la señora mientras aguardaba los restos de sus seres queridos. (AEB)