Las próximas dos semanas serán cruciales para Quito. Será cuando se alcance el pico de contagio. Alberto Narváez, experto en control de pandemias y enfermedades, anuncia que habría un incremento del 100 % de muertos por coronavirus.

Según el especialista, en días pasados hubo una irresponsabilidad de la población quiteña al realizar fiestas clandestinas y celebrar las graduaciones de los bachilleres con aglomeraciones de personas.

Esto provocó que al finalizar julio de 2020 se agotaran las camas de cuidados intensivos en el sistema de salud. Los pacientes no podían ser hospitalizados y morían al llegar a un centro hospitalario.

Este fue el caso de un hombre, de aproximadamente 47 años, quien, al parecer, tenía COVID-19. La noche del domingo 2 de agosto, el paciente no podía respirar y sus familiares llamaron a una ambulancia, pero esta nunca llegó. Luego abordaron un taxi y lo llevaron a una casa de salud en San Bartolo, en el sur de Quito. Sin embargo, el señor murió en el camino.

La fuerza productiva afectada

Esta realidad concuerda con las proyecciones epidemiológicas que realizó Narváez. Según su estudio, la mayor cantidad de fallecimientos se van a presentar entre las edades de 40 a 60 años. “Ellos son la fuerza productiva. Quienes salen a trabajar”, comentó.

Este tipo de personas, desde el cambio a luz amarilla del semáforo en la capital, tienen un relajamiento en las medidas de bioseguridad y no se protegen.

Sebastián Barona, coordinador nacional de la Federación de Funerarias, concuerda con esta tesis. Los datos que manejan son preocupantes porque hasta finales de julio reportaron 100 fallecidos en la capital a diario. De este número generalmente 70 son por COVID-19 o por presunción del virus.

Además, Barona explica que en los primeros meses de la pandemia recogían de 3 a 4 cuerpos de las morgues en los hospitales, pero ahora levantan más de 8 de golpe.

Aumentan los cadáveres

Por esta razón, en la funeraria que administra han incrementado 10 personas para el levantamiento de cuerpos y los turnos se extendieron hasta las 12 horas. También compraron tres carrozas más para atender la emergencia.

Miembros de otras funerarias señalan que el anterior fin de semana reportaron un aumento en el levantamiento de cadáveres de los hospitales ubicados en el sur de la urbe.

Por ejemplo, en el IESS Quito Sur, entre dos empresas de servicios fúnebres se llevaron 16 cuerpos, pero en total vieron que salieron 22.

El gerente del centro, Danilo Calderón, indicó que diariamente sacan hasta 10 cadáveres y reconoció que en julio presentaron picos donde reportaron hasta 20 cuerpos en un día. Desde que se inició la pandemia, en este centro hospitalario han registrado 370 fallecidos por coronavirus.

En la morgue tienen congeladores para almacenar a ocho muertos y existen cuatro cadáveres que están en una zona de transición hasta que la carroza fúnebre se los lleve. Este procedimiento se lo realiza cada media hora.

Ante esta realidad Narváez y Barona concuerdan que las autoridades deberían pensar en regresar al semáforo rojo con restricciones menos drásticas por lo menos durante dos semanas. Esto ayudaría a descongestionar los hospitales y reportar menos fallecidos por esta causa. En la toma de decisiones para enfrentar la pandemia, las autoridades han sido “irresponsables”, comentó Narváez.