Los estudiantes de una universidad ubicada en el sur de Quito vieron que varias personas que no pertenecen a la institución se ‘daban vueltas’ por la cafetería. En los baños de este espacio ocurrió un caso de violación a la intimidad en el que estuvieron implicados un trabajador externo y una alumna del plantel educativo.

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El sospechoso supuestamente se escondió en un sanitario y desde allí filmó con su celular a varias chicas mientras ellas hacían sus necesidades. Hasta que una le ‘pilló’ y lo denunció. El caso se encuentra en investigación previa.

Desde la Dirección Técnica de Comunicación de la institución indicaron a EXTRA que el ‘dañado’ es el trabajador de la persona que ocupa uno de los espacios para brindar servicios de cafetería.

Además, enfatizaron que la universidad “ha iniciado un proceso de revisión detallada del contrato de arrendamiento” para tomar medidas.

Con respecto a la estudiante afectada mencionaron que le han brindado el apoyo que ha requerido y que mantienen una comunicación constante con ella “para garantizar su bienestar integral”.

Los pocos alumnos que conocen del caso mencionan que la institución intenta ocultar los hechos para no perder el prestigio. Aseguran que, por lo menos, deberían desvincular a la persona que cometió el delito hasta que se aclare la investigación al respecto. “Si es un trabajador externo, deberían prescindir de sus servicios”, indicó un estudiante que mantuvo bajo reserva su identidad.

Algunos estudiantes criticaron el silencio que se mantiene alrededor del caso y afirmaron que en el pasado hubo una situación similar en la que un profesor había estado involucrado. “En ese entonces había policías que entraban a la ‘u’”.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el 19 % de las mujeres ecuatorianas han experimentado violencia de género en las instituciones educativas. Además, un estudio realizado por la Universidad Simón Bolívar determinó que el acoso sexual es una constante en cuatro establecimientos de educación superior de Quito.

El análisis se hizo tras una encuesta realizada a 5.186 estudiantes, 607 profesores y 684 funcionarios del área administrativa y personal de servicios.

Una profesora de la Facultad de Comunicación Social de una de las universidades más prestigiosas de la capital denunció a un funcionario que ocupa un cargo directivo. Según la víctima, el sospechoso ha sido responsable de acoso y abuso sexual desde su época como profesor y también durante su gestión como autoridad del plantel.

La mujer presentó la denuncia el 8 de septiembre de 2023, tras un intento de manoseo por parte del implicado. Sin embargo, la comisión de disciplina de la universidad absolvió al sospechoso al no encontrar suficientes pruebas que sustenten las acusaciones.

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