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Judicial
'Capos' someten y matan por poder
La muerte del jefe de Los Lagartos dejó libre su ‘trono’, mientras que el presunto líder de Los Choneros recuperó su libertad.
Incidentes en los interiores de una cárcel de Guayaquil obligaron al desplazamiento de militares para controlar, en la zona externa, a los familiares de las personas privadas de libertad, pues a la fuerza querían respuestas, la tarde del pasado lunes, tras un amotinamiento que dejó once muertos.
El hecho se suscitó en el Centro de Rehabilitación Social de Varones, conocido popularmente como Peni, y fue similar al suscitado el 30 de mayo de 2019, en el mismo sitio, en el que hubo seis muertos, entre ellos Ricardo Iván Mantilla Ceballos.
Este último era hermano de Geovanny Francisco, alias Gorras, el presunto líder de la agrupación narcocriminal Los Lagartos. Los sospechosos de originar esa revuelta fueron sus rivales directos: Los Choneros, con quienes mantienen una disputa por el poder desde hace más de diez años.
En ese entonces, el presunto ‘capo’ chonero, Jorge Luis Zambrano González, alias JL o Rasquiña, permanecía en una de las celdas de la cárcel de máxima seguridad de Latacunga. Ahora está libre, pues obtuvo una medida de prelibertad el pasado 6 de junio, tras cumplir cerca del 90 % de una pena de 8 años, por asesinato.
Y nuevamente Los Choneros son considerados sospechosos del motín, pues en vídeos que circulan en redes sociales se atribuyen la responsabilidad y arremeten contra sus enemigos, Los Lagartos, quienes -según fuentes policiales- también tienen una pugna interna por alcanzar el liderato, porque su cabecilla, alias Gorras, murió a causa del coronavirus y dejó una vacante en la jefatura.
En una entrevista previa al último incidente, el comandante zonal de la Policía, general Víctor Aráus, dijo a EXTRA: “muerto el rey, viva el rey. Murió un líder de una supuesta organización delictiva (el Gorras) y alguien querrá hacerse cargo de ese espacio de poder”.
Además, señaló que “con la salida de JL lo más probable es que retome o pretenda tomar esos espacios de poder que, mientras estuvo en la cárcel, no los manejaba”.
Y para conseguirlo, estos grupos aplican violencia, menciona César Peña Morán, fiscal de Guayas. “Ellos buscan el liderato. Ya no están el Cubano, el Negro Jessy, el Francés, el Gorras. En este momento buscan escalar”, acota el funcionario.
También detalla que “con el fallecimiento de alias Gorras, quienes estaban bajo su mando se encuentran descarrilados. Están buscando un líder que los pueda guiar”.
Y esa debilidad sería aprovechada por sus enemigos, quienes buscan someterlos para que se cambien de bando o, caso contrario, eliminarlos.
“Todo esto es evidencia clara de que se están peleando los pabellones de la Penitenciaría. Vimos vídeos desde todos los ángulos. Eso significa que existen celulares por montón en la cárcel. Eso se presta para la extorsión y las amenazas”, agrega Peña.
Para el fiscal, la situación es compleja, porque estos grupos utilizan la agresividad y las muertes para establecer su poder. Sin embargo, aclara que, también debido a eso, podrían existir delincuentes que se tomen el nombre de una banda para sembrar temor.
Xavier Martínez, gobernador de Azuay, confirmó la legitimidad de vídeos de la cárcel de Turi, en Cuenca, que circulan en redes sociales.
En las imágenes, una facción de Los Choneros, identificada como Los Lobos, quema un lagarto de utilería y uno de ellos dice que eso le pasará a todos los de esa agrupación.